Para muchos la masonería es una institución que pudo haber tenido influencia político-social en los siglos XVIII y XIX, pero que hoy en día quedó en simple recuerdo nostálgico.
Lo cierto es que la acción de ciertas sectas masónicas sigue plenamente vigente tal y como lo testimonia el historiador español Ricardo de la Cierva, profundo conocedor del entramado secreto de la masonería, en una entrevista publicada por el diario madrileño La Razón:
¿Existe, realmente, una presencia fuerte de las sociedades secretas en la UE?
Evidentemente sí. Así lo demuestra el artículo de la Constitución Europea sobre la tolerancia activa con las sociedades filosóficas, vamos, la masonería, y una tolerancia mucho más restrictiva con las confesiones cristianas. La presencia de las sociedades secretas es tan fuerte que en la UE hay una gran defensa de la masonería.
¿En qué medida han influido los masones en la redacción de la Constitución?
Ellos son los creadores y redactores del Tratado constitucional. El francés Valery Giscard D’Estaigne, masón reconocido, es uno de sus impulsores.
Y, ¿están también presentes en otros organismos comunitarios?
Por supuesto. La masonería está inserta en toda Europa. Incluso ya tiene mayoría en el Parlamento Europeo y una presencia clarísima en otras instituciones comunitarias como el Consejo de Europa, el Consejo de Ministros...
Esta presencia de los masones en la Unión, ¿qué consecuencias tiene o puede tener para los ciudadanos?
Desde luego, redundará en la descristianización paulatina de Europa y de su sociedad. Supondrá el retorno al paganismo, al gnosticismo. Para los cristianos habrá más trabas, más peligros, más asedios a la Iglesia católica, que vuelve a enfrentarse con el paganismo, como si estuviésemos en el siglo IV. Es muy probable que reaparezcan diversos problemas sociales, económicos o políticos motivados por la secularización que intentarán llevar a cabo... Intentarán, seguro, que desaparezcan los valores cristianos de la sociedad para quedar subordinados a valores deístas, ambiguos.
Y ante eso, ¿cómo deberían reaccionar los cristianos?
La secularización que proponen los masones no se limita a separar las relaciones que se mantienen entre la Iglesia y los distintos Estados, sino que pretenden apartar a la sociedad de sus raíces cristianas. Intentan arrinconar a los cristianos. Precisamente por esto, los cristianos en general y la Iglesia católica en particular no deben consentir algo así en absoluto, no deben ceder ante sus presiones porque somos un sector social como otro cualquiera. Los católicos debemos afrontar esta situación sin complejos, admitir nuestra fe con valentía. Por supuesto que es muy difícil dar la cara, pero de no hacerlo así sería una nueva derrota de la Iglesia católica.
¿Quiénes son los grandes masones de la Unión Europea?
Aunque muchos piensan que el gran masón europeo es Giscard D’Estaigne, él es sólo el que da la cara. Lo realmente peligroso es lo que yo he llamado “la masonería invisible”, los que no aparecen de forma pública pero están insertos en las instituciones comunitarias y también en las instituciones de cada país.