Buenos Aires, (EFE).- Hugo Rivas, un jubilado argentino de 75 años, se llevó el susto de su vida cuando acudió al banco a retirar su pensión: le dijeron que estaba muerto y, por tanto, no tenía derecho a cobrar la jubilación.
La curiosa situación de la que se hace eco la prensa de Argentina se inició en enero último, cuando Rivas se dirigió como de costumbre a cobrar su pensión y se encontró con la insólita respuesta.
"En el banco me dijeron que fuera a la Administración Nacional de la Seguridad Social, y allí me respondieron que los pagos se habían suspendido por presunto fallecimiento", explicó Rivas al "Diario Popular".
"¿Cómo puede ser que me den por muerto si yo estoy aquí, completamente vivo?", respondió el septuagenario, que a partir de allí inició un extenso recorrido por despachos oficiales hasta que un empleado le informó de que "probablemente una casa de sepelios entregó erróneamente algún dato".
"Yo había escuchado que a algún otro jubilado lo habían dado por muerto y sacado del sistema (de la seguridad social), pero no supe cuánto se sufre hasta que me pasó a mí", aseguró.
Rivas se quejó porque envió una carta certificada al titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social, Sergio Massa, quien "todavía no se ha dignado a contestar", señaló el jubilado.
Hugo Rivas, quien tiene cuarenta años de aportaciones al Estado, se manifestó angustiado por la situación ya que, además de necesitar el dinero para vivir, debe comprar medicamentos para su esposa, de 76 años.
