Algunos comerciantes exigen que se clausure el lugar y se proponga un proyecto turístico
Mientras las muchachas que laboran en los ?comedores? (cantinas) se defienden y dicen que no se prostituyen, los propietarios de locales que se encuentran exactamente debajo de las escaleras de este sitio afirman que sí lo hacen, y que incluso cierran sus tratos ya sea en esta área o hasta en los pasillos del mismo mercado Gómez Palacio.
La señora Rosa María Hinojosa Álvarez tiene 40 años trabajando en el mercado y se encuentra precisamente bajando las escaleras de estos ?comedores?, de los que dijo más bien son cantinas donde se contacta la prostitución.
Todos los días el pasillo donde ella se encuentra, dice, se llena de muchachas y muchachos, que ya al calor de las copas comienzan a registrar intercambio de caricias y por esto continuamente Rosa María Hinojosa los corre del lugar, ?pues para eso hay hoteles ahí cerca?, les dice.
También Francisco Esparza García locatario y zapatero, que está también debajo de las escaleras de estos ?comedores?, afirma lo mismo que su compañera. Explica que él es testigo cuando bajan las señoras y muchachas de este lugar y ya sea arriba o en el pasillo ?se arreglan?, se van a alguno de los hoteles que están por ahí cerca y regresan. ?hasta rápido lo hacen?, explica. Para él es mucho mejor que se clausure este sitio.
Niegan profesión
Por otro lado sólo una visita que realizó El Siglo de Durango a la zona en referencia, puso en alerta a decenas de mujeres que huyeron del lente fotográfico de este medio de información.
Se pretendía obtener la opinión de las muchachas y señoras que laboran en este lugar. La mayoría estaban molestas porque aseguran que no se practica la prostitución, sin embargo, cuando se les pidió su nombre, que dieran la cara, si es que lo que hacían era algo lícito o un trabajo honesto, se negaron.
Incluso hubo varias de ellas que hicieron comentarios como: ?si se entera mi madre me mata... ¿qué van a decir mis hijos??, pues muchas ejercen este trabajo sin que sus familiares, incluso esposos se den cuenta.
Aquí se encontraba nuevamente uno de los líderes de los locatarios, Gregorio Ramírez, quien volvió a defender a los establecimientos y a sus muchachas, sin embargo, en prácticamente todos los locales había señoras y otras mujeres que estaban flirteando con las decenas de consumidores de cerveza, sentadas en las mesas y aceptando, en algunos casos, palabras amorosas al oído, propositivos acercamientos y caricias reservadas, ante la presencia de este medio de comunicación.
Hay un local que se dedica a vender pollos asados y tiene poco, a decir de Gregorio Ramírez, quien aceptó que al calor de las copas les da un poco de hambre a los señores y este puesto ya les ofreció un alivio en este sentido, pero son pocos los locales que ofrecen algo de alimento. Venden la ?caguama? a 25 pesos, la cerveza ?de media? a 12 y los refrescos a seis pesos.
Hubo algunas mesas en donde había mujeres que sólo estaban ingiriendo algo de alimento o bien que estaban sin ninguna compañía masculina, pero fueron contadas.
Narcomenudeo presente
?No sólo el alcohol es lo que circula en la cantina que hay en el mercado Gómez Palacio, sino también se meten otras cosas?, según explicó el locatario Francisco Esparza García, al referir que también en este lugar se registra el narcomenudeo.
Es común para él que observa a todas las personas cómo bajan de este lugar, en algunas es evidente el alcoholismo y en otras se les observa muy distinto, explica, y comenta que es mucho mejor que este lugar se clausure y que haya otra propuesta turística en esta zona.
Es un lugar inseguro y de mal aspecto al turismo, pues mucha gente acude a este lugar creyendo que realmente hay comida, pues se guían por el letrero de ?comedores?, pero se encuentran con un panorama nada grato.