Reconoce que los acuerdos entre "poderosos" sacrificaron la libertad de los pequeños países
AP
RIGA, LETONIA.- El presidente George W. Bush dijo ayer que la dominación soviética del centro y del este de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial será recordada “como uno de los grandes males de la historia”, y admitió que Estados Unidos desempeñó un papel significativo en la división del continente.
Bush dijo que el acuerdo de Yalta firmado en 1945 por el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el líder soviético José Stalin y el primer ministro británico Winston Churchill “siguió la injusta tradición de Munich y del pacto Molotov-Von Ribbentrop”. Las decisiones adoptadas en Yalta condujeron a la anexión y ocupación soviética de los países del Báltico por casi medio siglo.
“Una vez más, cuando poderosos gobiernos negocian, la libertad de los pequeños países es de alguna manera prescindible”, dijo Bush, al iniciar una gira por cuatro países para celebrar el 60 aniversario de la derrota de la Alemania nazi. “Sin embargo, ese intento de sacrificar la libertad para mantener la estabilidad dejó a un continente dividido e inestable”.
El presidente de Estados Unidos prometió que “no cometeremos los errores de otras generaciones. Ni apaciguaremos ni disculparemos a las tiranías. Tampoco sacrificaremos la libertad en el vano intento de la estabilidad”.
Horas antes, Bush elogió las jóvenes democracias en tres países previamente controlados por la Unión Soviética, indicando que Estados Unidos nunca olvidará la opresión comunista que soportaron durante medio siglo.
“Reconocemos vuestra dolorosa historia”, dijo Bush tras reunirse con los líderes de Lituania, Estonia y Letonia.
Su visita a esta ciudad, una escala antes de viajar a Moscú, ha causado indignación en el presidente de Rusia Vladimir Putin. Bush dijo que las repúblicas del Báltico “son un símbolo increíblemente importante de lo que significa la libertad en esta zona”.
Señaló que los líderes del Báltico esperan poder introducir en otras naciones “cierta dosis de oxígeno en su resistencia y oposición”, pues el propósito es que obtengan “los mismos derechos que nosotros disfrutamos”.
La escala de Bush en esta República báltica ocasionó una carta de protesta de Moscú. El Gobierno ruso se mostró indignado de que el presidente norteamericano visitase Letonia y Georgia durante su viaje europeo. Cuando se le preguntó si Estados Unidos no estaba entrometiéndose en el patio trasero de Rusia, Bush respondió que la libertad es un derecho universal.
“Continuaré hablando con la mayor claridad que pueda al presidente Putin para indicarle que es en el mejor interés de que su país tenga democracias en sus fronteras”.
Bush dijo que también comprendía el resentimiento contra Rusia entre países de la región Báltica.