Londres, (EFE).- Un adolescente británico de quince años mató accidentalmente a su madre con una pastilla de éxtasis que había disuelto en una bebida destinada en principio a su hermana.
El muchacho, que fue detenido bajo la sospecha de homicidio, había querido gastar una broma a su hermana de once años poniéndole una pastilla de esa droga sintética en un vaso, pero fue finalmente la madre quien ingirió el líquido.
La mujer, de 39 años y residente en un barrio del sur de Londres, sufrió inmediatamente convulsiones y tuvo que ser trasladada al hospital, donde murió una hora después.
Según la prensa británica, que se ocupa del tema, la droga desencadenó al parecer una reacción muy fuerte a la medicación a la que estaba sometida la mujer, aquejada de esclerosis múltiple.
El adolescente, a quien la policía ha puesto mientras tanto en libertad bajo fianza, declaró a la policía que no había querido hacerle ningún mal a la madre, que estaba divorciada.
Algunos vecinos señalaron a la prensa que el joven parecía últimamente infeliz porque la madre se había convertido al islam tras empezar una nueva relación afectiva con un asiático y había comenzado a llevar velo.