El presidente brasileño propuso un "paquete contra la corrupción" en el que fueron incluidos cuatro decretos, mismos que no convencieron a la oposición.
Brasilia, (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó hoy al país nuevas medidas de combate a la corrupción, mientras que el escándalo en torno a su Partido de los Trabajadores (PT) se multiplicó y se enredó aún más en el Congreso.
Poco antes de que Lula firmase hoy cuatro decretos con medidas de corte sobre todo administrativo para obstaculizar la corrupción, el diputado laborista Roberto Jefferson lanzó nuevas y graves acusaciones contra el PT.
Jefferson, que ya ha acusado al partido oficialista de sobornar a legisladores para lograr apoyo al gobierno en el Congreso, denunció ahora que el PT se apoderaba cada mes de tres millones de reales (1.2 millones de dólares) "sobrantes" de las cuentas de la estatal Furnas Centrales Eléctricas.
Como en el caso de los supuestos sobornos, Jefferson ofreció una lista de nombres de presuntos involucrados, que incluye directivos de la empresa y legisladores de varios partidos.
Jefferson volvió a arremeter contra José Dirceu, ex ministro de la Presidencia que renunció salpicado por el escándalo, y de quien el diputado laborista ya había dicho que "sabía" de los sobornos y ahora afirmó que "participaba" en la red de corruptelas en Furnas.
Lula reaccionó de inmediato a la nueva denuncia y ordenó que sea investigada a fondo, pero eso no bastó para aplacar a una oposición que ha confesado estar decidida a debilitar al jefe de Estado de cara a las elecciones presidenciales del año próximo.
"Está cada vez más claro que el gobierno y el PT usaron esos mecanismos para engordar la caja del partido y ampliar la base de apoyo en el Congreso", dijo el senador socialdemócrata Alvaro Dias.
Arthur Virgilio do Carmo, otro senador del Partido de la Social Democracia, afirmó que "la opinión pública está harta de escándalos y el gobierno debe entender que ya no puede tergiversar más".
En ese sentido se pronunció el diputado José Carlos Aleluia, del derechista Partido del Frente Liberal. "Lula no puede perder más tiempo, pues a cada instante surgen más y más denuncias y personajes como Dirceu insisten en negar todo", declaró.
La reacción que la oposición le exige a Lula ante la avalancha de denuncias pareció comenzar a tomar forma hoy, cuando el presidente dio a conocer lo que la prensa ha bautizado como "paquete contra la corrupción".
En ese "paquete" fueron incluidos cuatro decretos que Lula firmó tras poner en funciones al nuevo procurador general de la República, Antonio Fernando Barros.
Tres de esos decretos se refieren a la creación de contralorías en cada ministerio y a mecanismos para agilizar la investigación de casos de enriquecimiento ilícito de altos funcionarios, un delito para el que también se endurecen las penas.
El cuarto ordena a todos los organismos públicos colocar en un portal de internet cuanta denuncia e investigación se conozca, así como informar sobre el desarrollo de los procesos.
Pero las medidas de Lula no convencieron a la oposición.
"Medidas como esas serían bienvenidas si no fuera porque ahora parece que el presidente cierra el corral una vez que todo el ganado se escapó", dijo el diputado socialdemócrata Bismarck Maia.
El legislador puso en duda las intenciones de Lula, a quien acusó de haber intentado impedir las investigaciones que el Congreso ha iniciado sobre los casos de sobornos y otras irregularidades que han sido denunciadas en las últimas semanas.
"Si quiere investigar y castigar la corrupción, por qué no dejó al Congreso trabajar en paz desde el principio", dijo.
Esas investigaciones, sin embargo, parecen cada día más enredadas pues hay varias comisiones investigando distintos casos que envuelven a los mismos personajes y parecen llevar al mismo punto.
Un grupo parlamentario investiga corruptelas en los Correos que salpican a Jefferson, pero ha desviado su trabajo hacia los sobornos del PT, un caso al que ya se dedica otra comisión.
Por otra parte, un tercer grupo legislativo creado para procesar a Jefferson por acusar al PT sin prueba alguna se ha enfrascado en torno a todos los casos.
