La poca higiene que se registra en la venta de alimentos en puestos de la vía pública es un factor de riesgo para la propagación de la hepatitis B, asegura el director de los Servicios de Salud de Durango (SSD), Francisco Javier Solís Estupiñán, con el antecedente de que en el primer bimestre del 2005 ya se tienen 45 casos de este mal.
La población más afectada es la menor de 15 años y de acuerdo con los datos proporcionados por el servidor público, el último brote del que tuvieron conocimiento fue en la Escuela Primaria ?Miguel Hidalgo?, lugar en el que dos niños resultaron afectados por el padecimiento en cuestión.
Después de hacer un estudio por parte de las autoridades, se determinó que las fuentes de contagio fueron los puestos de comida y antojitos que se ubican en los alrededores del plantel educativo, situación que ya se ha suscitado en ocasiones anteriores.
?Estos casos se dieron en una población de 309 niños, no hubo más problema, tuvimos pláticas con los maestros, con los padres de familia. Se indicaron medidas higiénicas, se hicieron medidas de saneamiento en la escuela, no hay otro factor que indique haya un problema más adelante. Por lo general, más que tener problemas en las escuelas los hemos tenido en los lugares de venta de alimentos fuera de las escuela?, dice.
Por lo tanto, realizan constantes supervisiones mediante la Dirección de Regulación Sanitaria de los SSD, en coordinación con Salud Pública Municipal, para garantizar de esta forma el bienestar de los consumidores de esta clase de establecimientos.
?Consideramos que los vendedores ambulantes tienen mucho menos posibilidades de tener un manejo adecuado de los alimentos y son los que tienen mayor riesgo para provocar este tipo de problemas?, explica.
Solís Estupiñán expresa que en comparación con el año pasado, el número de casos registra un ligero decremento, ya que en el mismo periodo las estadísticas arrojaban 51. En total, durante el 2004 fueron 184 enfermos en todo el territorio estatal, manifiesta el entrevistado.
Pero además de la hepatitis, con la temporada de calor que ya se aproxima, los duranguenses también están expuestos a diversas enfermedades si no consumen sus alimentos en un sitio que cumpla con las condiciones de limpieza apropiadas.
Intoxicaciones, diarrea, salmonelosis, y aunque se presenta en menor escala, fiebre tifoidea son algunos de los peligros de ceder a los deseos del paladar en medio de la contaminación de las calles de la ciudad, alerta el funcionario estatal.
?Dentro de los SSD cuidamos mucho el manejo de alimentos en los establecimientos. Se hacen operativos y en donde se vea alguna situación que se salga de las medidas que están determinadas se hacen las correcciones correspondientes?, enuncia.
Aun en el hogar, lavarse las manos es indispensable; asimismo, en el caso de los pescados y mariscos, mantenerlos en refrigeración. ?Es importante comentar que hay personas que tienen cierta sensibilidad para algún tipo de comida, que tienen alergias, por eso deben tomar las precauciones pertinentes?, concluye.
SENTIR
Desde hace ocho años, Osvaldo Aldana Bueno vende tacos de barbacoa junto al multifamiliar ?Francisco Zarco? y asevera que de manera periódica es supervisado por las autoridades sanitarias. Cada seis meses le realizan un examen médico.
Tienen su mandil y una gorra pero carece de cubre-bocas, y es que, dice, no se los piden. Opinión similar externa Roque Hernández, quien también comercia esos alimentos que gustan tanto a los ciudadanos. ?Pues sabemos que debemos tener todo limpio, usar algo que nos recoja el cabello y el mandil, pero eso de cubrirnos la boca no lo exigen?, explica.
Afirma que los inspectores municipales hacen un recorrido de manera periódica y que son sujetos a estudios para determinar su estado de salud.