EFE
WASHINGTON, EU.- Estados Unidos se enfrenta a un mayor peligro de terrorismo biológico debido al avance logrado por la organización Al Qaeda en ese tipo de armas, según el informe de una comisión presidencial sobre los sistemas de Inteligencia del país.
De acuerdo con un informe entregado al presidente George W. Bush, los organismos de espionaje se equivocaron “totalmente” en casi todas sus evaluaciones sobre las armas que tenía Irak antes de iniciarse la guerra en ese país hace dos años.
“Debemos utilizar las lecciones de esos errores, así como de nuestros éxitos, para mejorar los servicios de Inteligencia...y hacerlo con un sentido de urgencia”, dijo.
No obstante, dio crédito a otros informes de esos mismos organismos que señalaron que Al Qaeda, que se atribuyó la autoría de los atentados del 11 de septiembre de 2003 contra EU, ha logrado avances inesperados en el desarrollo de agentes biológicos desde antes de esos ataques terroristas.
La comisión, creada hace un año por el presidente Bush, afirmó que el peligro se acentúa debido a que las defensas de EU contra este tipo de ataque son escasas.
La guerra global contra el terrorismo lanzada tras el 11-S “puede haber neutralizado ataques en preparación, pero las líneas de defensa se erosionan rápidamente”, plantea el informe.
La comisión indicó que se creía que Al Qaeda tenía métodos primitivos para producir agentes biológicos y tóxicos como el de la botulina.
Sin embargo, señaló que desde la invasión de Afganistán de 2001 se sabe que Al Qaeda logró adquirir una cepa “mucho más peligrosa” de esa toxina, conocida como “agente X”.
“La comunidad (del espionaje) había determinado que los elementos de Al Qaeda probablemente consiguieron al menos una pequeña cantidad de esta cepa virulenta y tienen planes para dispersar este agente”, manifestó el informe.
Después del 11-S Estados Unidos sufrió un ataque biológico, hasta ahora de origen desconocido, mediante cartas contaminadas con ántrax, la bacteria que causa la enfermedad llamada carbunco.
Ese ataque estuvo dirigido a oficinas de legisladores y medios de información y causó la muerte de cinco personas. Además de provocar pavor en una población sensibilizada por los atentados del 11-S, el ántrax dejó en evidencia la facilidad con que un terrorista o una organización terrorista pueden llevar a cabo un atentado de ese tipo.
“Nos deberíamos considerar afortunados de que no hayamos sufrido un ataque biológico importante”, dijo un alto cargo de los servicios del espionaje estadounidense, según el informe.
Pero, en términos generales, el informe fue especialmente duro con los organismos de espionaje de EU, que han sido criticados desde todos los sectores, especialmente desde el 11-S.
Según esas críticas, la falta de cooperación entre los 15 organismos que integran el sistema así como el aislamiento con el que trabajan, fueron factores importantes que permitieron esos ataques.
El ejemplo central fueron los errores cometidos al evaluar la supuesta existencia de las armas de destrucción masiva en Irak utilizada para justificar la intervención militar en ese país.
Esos arsenales no han sido encontrados y hasta los mismos servicios de inteligencia del país han reconocido que sus estimaciones estuvieron erradas.
El informe indicó que “el país no se puede permitir el lujo de aceptar errores de esta magnitud”.
Añadió que pasarán muchos años antes de que desaparezca el daño hecho a su “credibilidad” por todos sus “fracasos en la información de espionaje”.
Pero lo que ocurrió en Irak no fue una excepción y los fallos de Inteligencia “son todavía demasiado comunes”, concluyó la Comisión.
Sus organismos de espionaje “saben poco sobre los programas nucleares de muchos de los actores más peligrosos del mundo, lo que es inquietante”, indicó.
