Durango

Afecta a vecinos planta de aguas residuales

Colonos exigen castigos severos para quienes tiren basura en la zona

Escombros, basura, malos olores y las constantes alergias que sufren los niños a causa de la cercanía que hay con la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, son los problemas que enfrentan diariamente los vecinos de los fraccionamientos Villas de San Francisco, Real Victoria I y II.

Estos lugares no corrieron con la misma suerte que la de los habitantes de las colonias Valle del Guadiana y Jardines de Cancún, por mencionar algunas, quienes fueron beneficiado con la canalización de la acequia.

En un recorrido que realizó El Siglo de Durango por la acequia, sobre prolongación Enrique Carrola Antuna, basta para darse cuenta de las condiciones en las que viven cientos de familias en estos fraccionamientos, quienes fueron víctimas de la mala planeación de las autoridades municipales y, por qué no decirlo, también de las estatales, ya que nunca se coordinaron para la planeación del crecimiento urbanístico de la ciudad.

Exactamente en la calle de Yucatán termina el revestimiento de la acequia; hasta ahí llegó la obra pública del sexenio pasado y aunque muchos vecinos que fueron beneficiados ahora viven mejor, no es la misma suerte que corren otros que son víctimas del relleno sanitario clandestino, de la que hacen uso, paradójicamente, vecinos de los mismos fraccionamientos que están por ahí cerca.

Ahí donde la calle de Yucatán divide el revestimiento y la antigua acequia comienza a verse otro panorama. Los putrefactos olores que expide la acequia llenan el ambiente de un amargo tufo que después continúa presentándose en la garganta durante varios minutos, aun después de haber abandonado este lugar.

En este sitio abundan los perros callejeros, unos que buscan un bocado que no encontraron con suerte en alguna de las colonias por ahí cercanas, y hurgan en los residuos que día a día dejan muchas personas que prefieren tirar lo que produjeron en sus hogares.

Ahí no sólo se encuentran las botellas de vidrio, de plástico, bolsas, llantas o latas, sino cadáveres de animales y comida que alguna familia desentendida juntó durante algunos días y que olvidó poner al alcance del camión recolector de basura, sólo porque le queda a algunas cuadras.

También suele observarse a ciertas aves que ignoran que esta zona equivale a ?muerte?. Por ahí un chanate baja sediento por la tarde calurosa a tratar de beber algo de aguas negras que seguramente llevan semanas concentrando su hedor, producto de gérmenes y bacterias que se reproducen a rápidas velocidades con las altas temperaturas que últimamente se han dejado sentir en la ciudad.

De esta área no se escapa el ganado? algunas vacas se alimentan de pastizales que brotan muy verdes de las aguas negras, pero que se han producido a través de inadecuadas yerbas.

Dicen los mismos vecinos de estos fraccionamientos que a veces vomitan a la hora de comer ante los hedores que emite la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. También, todos los días, durante la madrugada se registra esta fuerte pestilencia que se trasmina hasta el interior de las habitaciones de los hogares. Aun cuando se abren las puertas, los muebles, ropa y camas se quedan impregnados.

LAS EXPERIENCIAS

Josefina Ramírez Ortega vive en el No. 137 de la prolongación Enrique Carrola Antuna, en el fraccionamiento Real Victoria II; tiene dos hijos, uno de siete años y otro de cuatro meses y ambos han sufrido por algunas enfermedades como tos y alergias, que se traducen en ronchas en la piel.

Al igual que Josefina, también sus vecinas Rosa Isela Mijares Avitia, que también tiene dos hijos de siete años y nueve meses, así como María de los Ángeles Reyes García, con hijos de ocho, tres y un año, sufren de lo mismo y han padecido la misma sintomatología con respecto a sus vástagos.

Hace unas semanas Josefina acudió al médico, por las ronchas que había en su piel. El médico le dijo que seguramente se había contagiado de algún ?bicho? que proviene de algún perro, pero éste no fue el caso. Tras un tratamiento con pomadas, las erupciones fueron bajando poco a poco.

Las coincidencias que existen con las otras dos familias que viven en la misma calle, pero en los números 135 y 127, respectivamente, son muy precisas, pues sus hijos han sufrido los mismos padecimientos.

Durante el mediodía, cuando hace mucho calor, sobre todo, es cuando el hedor de aguas negras entra a sus domicilios. A veces cuando éste se ha ido en el ambiente exterior, no se sabe si huele más adentro que afuera de las viviendas.

Prácticamente todos los días tienen peleas con personas que frente a sus domicilios tiran basura, escombros y cadáveres de animales.

La respuesta que reciben es sencilla y real y sólo les produce impotencia: ?no hay un letrero que prohíba tirar basura y nadie nos dice nada?, según afirman.

Desafortunadamente no tienen teléfono a la mano para denunciar en el momento que la gente está tirando sus desechos en este lugar, pero tampoco se observa la presencia de las autoridades que debieran darse cuenta de lo que está pasando, si se observa claramente el ?relleno sanitario? en el que se ha convertido este lugar.

El fraccionamiento Real Victoria I se encuentra frente al II. Parece que los constructores que hicieron este lugar quisieron hacer atractiva la entrada, pero la realidad es que a unos 400 ó 500 metros, cuando mucho, se encuentra escrito con letras grandes: ?Planta de Tratamiento de Aguas Residuales?.

Irma Hernández Lavalle, madre de dos niños de tres años y otro de nueve meses, menciona al igual que sus vecinas del fraccionamiento de enfrente que los fétidos olores los tienen bastante molestos y, como los niños de sus vecinas, también sufren de alergias que se les presentan en ronchas en forma constante. El problema, dice, existe en prácticamente todos los menores de este lugar.

La acequia también pasa a un lado de este fraccionamiento y frente al Real Victoria II; de hecho, les divide y por supuesto la gente sigue tirando basura y residuos orgánicos e inorgánicos en este lugar sin que las autoridades hagan presencia.

LAS IRREGULARIDADES

Los vecinos de este lugar, algunos de los cuales tienen apenas unos seis años, pero que saben que el fraccionamiento Real Victoria I ya tiene alrededor de diez, no conocen si fue primero la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales o la construcción de los fraccionamientos.

Lo que sí es cierto es que en el 2001 hubo una modificación al Reglamento de Construcciones, cuando estuvo al frente Javier Pérez Gavilán como presidente municipal, pero, aun así, los conceptos no pueden cambiar mucho en cuanto a las disposiciones de seguridad.

Por ejemplo, en el artículo nueve de este reglamento se establece que: ?en la aplicación del presente reglamento se tomarán en cuenta las variaciones que resulten de diversos tipo de delimitaciones y zonificación de territorio del municipio atendiendo a los aspectos de desarrollo urbano y ecología, riesgos, propiedades del suelo y del subsuelo, climas y otros?, pero en el renglón que indica más abajo dice ?Para efectos de este reglamento de considera zonas de riesgo:?

VI. Basureros públicos y rellenos sanitarios;

VII. Zona de aguas contaminadas, áreas contiguas a plantas de tratamiento de aguas negras o lagunas de oxidación;

A pesar de estas disposiciones, y aun cuando este reglamento considera zonas de riesgo estas áreas, las autoridades municipales construyeron ambas obras y ahora no hacen nada al respecto, ya que los vecinos de estos fraccionamientos se consideran en áreas en las que su salud se está viendo afectada, como ya se explicó antes.

Las autoridades municipales debieron garantizar la seguridad, la higiene y el confort que debieron tener los habitantes, y aunque ya sea que se haya instalado primero la Planta de Tratamiento o bien los fraccionamientos, ninguno de ellos debió estar cerca uno del otro, según lo estipula el reglamento.

AUTORIDAD NO HACE NADA

Y a pesar de que se está estudiando la posibilidad de que haya sanciones fuertes para las personas que tiran escombro y basura en lugares baldíos o despoblados, la gente continúa haciéndolo, simplemente porque cree que tiene el derecho o porque no hay autoridad o letrero alguno que lo prohíba.

Las distintas familias entrevistadas indican que continuamente tienen problemas con la gente a causa de que les realizan reclamos por tirar escombro, basura y hasta cadáveres de animales, que finalmente se vuelven un fuerte foco de infección, pero también señalan que las autoridades municipales no hacen su trabajo y prueba de ello está en lo siguiente:

Se les cuestionó sobre la presencia de inspectores ecológicos en este lugar; sin embargo, dicen las vecinas de los fraccionamientos Real del Victoria I y II que nunca los han visto.

Guillermo Adame Calderón, titular de la Dirección Municipal de Servicios Públicos, manifiesta que el Juez Administrativo está analizando el tema de las sanciones sustantivas para quienes tiran escombro o basura en lugares baldíos y aunque no ha estado contemplado en el reglamento de referencia el monto de las sanciones, sí faculta a la autoridad administrativa en su actuación.

Ya en otras ocasiones mismo Sergio Sánchez Carrasco, juez administrativo, ha indicado que para que él pueda actuar contra un particular, con respecto a cualquier tipo de falta, requiere un acta administrativa levantada por un inspector municipal, en la que se detallen por completo y en forma muy explícita los hechos, para que a su vez se pueda determinar la sanción correspondiente.

Lo cierto es que los vecinos de esta zona afirman que todos los días acuden personas a llevar sus desechos, que se vuelven basura y que poco después se convierten en el hedor que impregna el ambiente.

Es importante mencionar que la responsabilidad del manejo de la basura es compartida, entre quien la produce y quien la recoge; sin embargo, en lo referente a animales muertos y escombro, también es responsabilidad de la Dirección Municipal de Servicios Públicos hacer el levantamiento de estos desechos. No obstante, muchos otros vecinos, por ejemplo, de Villas de San Francisco, se quejaron de que el servicio de recolección de basura no se lleva el cascajo de construcción.

También este reglamento establece como obligación de los ciudadanos dar aviso al órgano operador del Municipio sobre la presencia de animales muertos y sobre la acumulación de basura en la vía pública, pero se desesperan, porque no van.

La prohibición que realiza la normatividad en el artículo 52 en sus fracciones I y II también hace referencia a las restricciones que tiene la gente, como tirar basura en lugares inadecuados y el escombro, pero de acuerdo con lo que se observó a la orilla de los fraccionamientos Real Victoria I y II, así como Villas de San Francisco, es que el nivel de cascajo sigue creciendo.

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