DATOS | ESTIPULAN EN UN DOCUMENTO LOS PUNTOS NODALES DE LA CONVENCIÓN
AGENCIAS
Señala el director general de la Organización Mundial de Comercial que persisten los conflictos.
Ginebra, SUIZA.- El director general de la OMC, Pascal Lamy, entregó un nuevo texto revisado para la próxima conferencia ministerial de Hong Kong, con el que pretende allanar el difícil camino que los negociadores tienen en los doce días por delante hasta esa reunión.
Lamy ha incorporado a ese documento los cambios que los 148 países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) le han presentado desde el pasado sábado, cuando les entregó la primera versión de lo que se perfila como declaración ministerial de Hong Kong y que ya tuvo muchas críticas y causó "decepción".
Una vez más, y ante las enormes divergencias que separan a los países en asuntos clave como la agricultura, el desarrollo o el acceso a mercados para productos industriales (NAMA), el responsable de la OMC les asegura que "este texto sigue siendo un proyecto".
En estos documentos preparatorios de la sexta conferencia ministerial de la OMC también se señala que "no pretende representar un acuerdo general y se entiende sin perjuicio de la posición de cualquiera de las delegaciones sobre cualquier cuestión".
"Básicamente este nuevo texto es el mismo que el anterior con algunos cambios en la redacción, pero desde luego no son de sustancia", dijeron ayer fuentes diplomáticas latinoamericanas, que reiteraron que las diferencias en los asuntos más conflictivos persisten.
El documento pasa revista a la situación negociadora en agricultura, servicios, acceso a mercados para productos industriales o desarrollo, entre otros.
Al igual que en el anterior documento, Lamy señala la resolución de todos los países a completar la agenda de la Ronda del Desarrollo de Doha (2001) "en su totalidad y a concluir con éxito en 2006" las negociaciones iniciadas hace cuatro años en la capital qatarí.
Allí los países decidieron profundizar en la liberalización mundial del comercio agrícola, de servicios, de productos industriales, así como en el desarrollo y la eliminación o reducción de tarifas arancelarias, entre otros, y que los beneficios de ello revirtieran sobre las economías emergentes.
Las amplias divergencias en agricultura y NAMA, por ejemplo, entre los países en desarrollo y los desarrollados, y entre éstos mismos, ha hecho que la negociación tras los avances hasta fines de julio de 2004, se haya estancado y se encuentre en una calle que deja sin apenas salidas la cita asiática del 13 al 18 próximos.
Asimismo se reitera la importancia de la dimensión del desarrollo, que califica de "capital" y que es una de las mayores críticas que las economías emergentes hacen a las industrializadas a las que acusan de querer sacar una ronda de liberalización comercial con pocas concesiones y sin recordar que es de "desarrollo".
En agricultura se señala que ha habido algunos progresos desde 2004, cuando EU, la UE, Brasil, India y Australia llegaron a un acuerdo marco sobre agricultura que luego se extendió a los demás países y que suponía un compromiso firme para la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas, entre otros. Asimismo refleja las divergencias en cuanto a las diferentes bandas que los países desarrollados proponen para reducir las ayudas internas, causantes de la distorsión del comercio, pero se eliminan los corchetes que en la versión anterior estaban diseñados para incluir una fecha.
Se recuerda, además, que hay "convergencia emergente" sobre algunos elementos sobre los créditos a la exportación, otra práctica que los países en desarrollo critican porque suponen una distorsión de los intercambios comerciales internacionales.
En cuanto al acceso a los mercados para los productos agrícolas, uno de los puntos más espinosos de la negociación, se limita simplemente a señalar que "hay una hipótesis de trabajo consistente en cuatro bandas para estructurar los recortes arancelarios".
Fuentes diplomáticas indicaron que uno de los problemas que se presentan ahora es qué rango se le dan a los anexos que aparecen en el documento y que han sido elaborados por los presidentes de los diferentes grupos negociadores.
Otras fuentes consultadas dijeron que "el texto que presenta este documento se consensuó entre más de 30 delegaciones, incluyendo algunas de Latinoamérica importantes como Argentina, Uruguay, Brasil o México".
Los jefes de delegación, reunidos en Consejo General, que es el máximo órgano de la institución, empezarán a dar a partir de mañana, viernes, sus opiniones sobre el nuevo texto revisado.
Además las negociaciones se intensificarán con una nueva reunión de cuatro de los principales negociadores comerciales, como son la UE, EU, Brasil e India que se prolongará hasta el sábado.
Más países miembros en la ALADI
Panamá se incorporó ayer formalmente a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) en calidad de país observador y el Comité de Representantes dio la bienvenida a su representante, la embajadora Elvira Barrios Icaza. Al iniciarse el acto, el presidente del Comité, el embajador ecuatoriano, Leonardo Carrión, señaló que Panamá es un país importante en la región y constituye "la bisagra que une el norte con el sur, que es por donde circula un porcentaje gigantesco del comercio de la región".
Añadió el titular de la ALADI que Panamá considera la posibilidad de incorporarse a la Asociación y "esto sería de suma importancia para la región".
Afirmó que, "de esta forma, la ALADI tendría a uno de los actores principales del comercio latinoamericano en el Comité".
Por su parte, el Secretario General Adjunto, el boliviano, Isaac Maidana, al darle la bienvenida, recordó que la embajadora de Panamá ingresa a la ALADI en una circunstancia muy particular del proceso de integración regional y de la vinculación de ese país con el mismo.
La embajadora Barrios Icaza señaló finalmente que su país desde sus inicios como República "ha mostrado vocación integracionista latinoamericana, pasando a formar parte de grupos regionales".
Nombró como ejemplo la incorporación a la Asociación de Estados del Caribe, el Sistema de Integración Centroamericano y otros que procuran al igual que la ALADI, el acercamiento de intereses comunes y el beneficio por igual para todas las naciones que los integran".
Seguidamente, la diplomática panameña señaló que "al presentarse nuevos esquemas de integración en América Latina, el Gobierno de Panamá tenía la necesidad impostergable de hacerse presente, en esta oportunidad como observador".
Dijo que este primer paso es "un corto plazo para acceder a la categoría de Miembro Pleno y coadyuvar al fortalecimiento de la Asociación".
