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LA HABANA, CUBA.- España impulsa en la Unión Europea (UE) la normalización de relaciones con Cuba, aunque algunos en el bloque europeo aún oponen resistencias, afirmó ayer aquí el presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Manuel Chávez.
“Los avances no se consiguen con incomunicación y restricciones, sino con un diálogo crítico, franco e intenso”, dijo Chávez, quien espera que una reunión con representantes de la disidencia interna no aborte una cita con el presidente Fidel Castro.
El líder del gubernamental Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dijo que el diálogo dará más frutos que la imposición unilateral y señaló que España y Cuba son países hermanos, soberanos, unidos por sangre, lengua y cultura.
El estadista andaluz, quien concluyó ayer una visita de tres días a Cuba, reveló que en sus entrevistas con algunos de los principales colaboradores de Castro constató que la decisión de la UE de suspender las sanciones a la isla no satisfizo al régimen isleño.
“No encontré rechazo ni cerrazón hermética pero sí reparos, reservas y críticas” a la suspensión el 31 de enero y hasta junio próximo, de las sanciones diplomáticas de junio de 2003 tras el encarcelamiento de 75 opositores y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha de pasajeros.
Chávez se entrevistó con el vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández; el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), Ricardo Alarcón, y el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, informó en rueda de prensa.
“No satisfizo a Cuba (la suspensión) pero era lo único posible en el seno de la UE donde hubo resistencia y continuará habiéndola”, aseveró.
La resolución es un punto de encuentro que debe perfeccionarse, dijo el presidente del PSOE.
Castro aseguró en un discurso esta semana ante el Primer Congreso Mundial de Alfabetización que sesionó en La Habana que la isla “no necesita” ni a Europa ni a Estados Unidos porque ha aprendido a “prescindir” de ellos.
Chávez opinó que las medidas de la UE de junio de 2003 de suspender contactos políticos y culturales de alto nivel e invitar disidentes a las fiestas nacionales de las embajadas en La Habana fueron inefectivas y por ello Madrid pidió su revisión el 14 de noviembre.
En su criterio, la nueva decisión de la UE, que causó enojo en algunos grupos disidentes locales, apuesta por el diálogo sincero y se propone hablar con todos los factores de la sociedad cubana con el máximo de franqueza.
