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Age quod agis/Archivo adjunto

Luis F. Salazar Woolfolk

La elección de Guillermo Anaya Llamas como primero en la fórmula de candidatos al Senado de la República por el Partido Acción Nacional, ofrece grandes posibilidades de que el aún alcalde de Torreón represente al Estado de Coahuila en dicha Cámara del Congreso de la Unión, en la próxima Legislatura.

Anaya podrá ser senador de mayoría junto a su compañero de fórmula el alcalde de Ramos Arizpe Ernesto Saro Boardman, en el supuesto que el PAN gane la próxima elección federal en el estado o bien podrá ser senador de representación proporcional él solo, en caso que su partido quede en segundo lugar. La posibilidad que Acción Nacional quede en un tercer lugar en Coahuila es remota, dado que el Partido de la Revolución Democrática tiene poca presencia y carece de estructura en la entidad.

Anaya Llamas se alza con el triunfo montado en la estructura electoral que al interior del blanquiazul hizo posible la candidatura de Jorge Zermeño Infante a la gubernatura de Coahuila en las pasadas elecciones estatales, con el voto del panismo de la región centro del estado que tiene sus baluartes en Monclova y Frontera, cuyos militantes vieron y ven en la carrera de Anaya un paradigma exitoso a reproducir en aquella región.

El resultado es positivo para Acción Nacional porque consolida la fuerza que dicho partido tiene en la Comarca Lagunera y si los panistas de la región sureste del estado quieren a Ernesto Saro en el Senado, están obligados a impulsar el triunfo de la fórmula, lo que implica ponerse las pilas y superar el marasmo y el divisionismo en que la dirigencia estatal de Esther Quintana tiene sumido al PAN en la entidad.

Guillermo pierde la elección interna en Torreón por noventa votos, sin que ello tenga que ver con que los panistas locales aprueben o desaprueban su gestión como alcalde. La gran mayoría de los cuatrocientos veinte militantes del PAN que en esta ciudad votó por Ernesto Saro ni siquiera lo conocen, por lo que el resultado es digno de análisis.

El fenómeno se explica en virtud de que la Administración de Anaya se encuentra en su ocaso y la de José Ángel Pérez Hernández asciende como un nuevo sol brindando las expectativas personales y de facción que ello supone para algunos panistas locales. En Torreón el rey ha muerto ¡viva el rey!...

Para que la maniobra no resulte obvia, José Angel alienta la precandidatura de Blanca Eppen Canales para dividir el voto de Torreón en beneficio de Ernesto Saro, pero en la recta final abandona a la hoy diputada federal y vuelca todo su apoyo a favor del alcalde de Ramos Arizpe. El propósito, eliminar a Guillermo Anaya de la competencia por la gubernatura de Coahuila con vista a la elección del año 2011 tan lejana para el ciudadano común, pero ciertamente en la mira de Pérez Hernández y de Guillermo.

Pasadas las elecciones internas del PAN, es de esperar que José Ángel Pérez concentre todo su esfuerzo en cumplir la encomienda que recibió en las urnas como alcalde de Torreón y que ocupe en ello los próximos cuatro años, siguiendo el adagio latino “agie quod agis” es decir, haz lo que haces.

lfsalazarw@prodigy.net.mx

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