En "poco probable" la consolidación de una reforma estructural, estiman la calificadora
Agencias
México, DF.- Al destacar que la reforma energética es uno de los cambios estructurales más importantes que requiere el país, Fitch Ratings advierte que los esfuerzos del Gobierno Federal en la materia han tenido un éxito limitado y las oportunidades para efectuar cambios en el corto plazo se agotan.
Asegura que la oportunidad para realizar inversiones privadas en materia energética sigue limitada y el financiamiento se mantendrá con problemas y disminuirá el potencial de crecimiento para los participantes del sector energético.
La calificadora alerta que a lo anterior se suman las disputas políticas que se intensificarán este año, y que la oportunidad para formar alianzas a fin de alcanzar cualquier reforma estructural parece ?poco probable?.
Pese a la necesidad de las reformas estructurales, señala, no vemos ningún movimiento relacionado con las reformas en el sector energético, ahora que la lucha por la Presidencia entra a un periodo más intenso.
En un análisis denominado ?Informativo trimestral latinoamericano?, Fitch recuerda que el sector energético es clave en el tema de la reforma fiscal de México, si se considera la dependencia del Gobierno de los recursos provenientes de la venta de petróleo y las limitaciones que enfrenta en materia de inversión. Señala que México tiene en la actualidad una mejor perspectiva económica, con lo que aumenta la presión para lograr una reforma en el sector energético.
El crecimiento económico del país se traducirá en un crecimiento en el consumo de energía y en mayores niveles de inversión de capital para compensar el alza en la demanda, argumenta.
El reporte estima que entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) deben invertir cada año entre 12 y 18 mil millones de dólares, para lo cual, el Gobierno del presidente Vicente Fox Quesada realiza esfuerzos por mejorar las capacidades y efectuar cambios en estas paraestatales.
Al cuestionar la falta de rentabilidad de Pemex, Fitch considera que el problema radica en los impuestos que paga, pues grandes petroleras a nivel mundial destinan a ese rubro entre 20 y 30 por ciento del Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).
En cambio, continúa, Pemex paga más de ciento por ciento de su Ebitda en impuestos, como resultado del cargo fiscal del Gobierno de 60.8 por ciento de los ingresos de la paraestatal de los últimos años.
Señala que pese a que Pemex es considerada una empresa sólida, la cantidad de deuda pendiente del sector energético mexicano podría transformarse en algún momento en un problema, a medida que los inversionistas alcancen límites de tenencia o de concentración.
Sin embargo, aclara que este riesgo de liquidez parece bajo por el momento y lo más probable es que todo se reduzca a un asunto de precio-costos, a medida que el sector necesite atraer nuevos inversionistas.
El reporte de la calificadora agrega que por todo lo anterior, para que se realicen inversiones privadas en cantidades adecuadas se deben efectuar las reformas legales correspondientes.