Según un estudio el reemplazar algunos carbohidratos con proteínas derivadas de los frutos secos y los productos lácteos o con aceites saludables como el de oliva puede reducir los riesgos de males cardiacos .
CHICAGO (AP) .- Agregar cierta cantidad de proteína o de aceite de oliva a las dietas de carbohidratos puede reducir los riesgos de enfermedades cardiacas, dijeron los investigadores que realizaron un estudio con tres variaciones de la misma dieta.
Es preciso recordar que alcanzar y conservar el peso idóneo se basa en sólidos y simples principios científicos, los cuales incluyen nutrición balanceada y práctica constante de ejercicio... no hay más.
"El régimen alimenticio 'perfecto' es extremadamente sencillo, pues sólo debe incluir 50% de carbohidratos (harina, arroz y legumbres), 30% de grasas (aceites, soya, aceitunas y germen de maíz) y 20% de proteínas (lácteos, carnes y huevo), los cuales deben ingerirse en cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena".
El estudio
El estudio no implicó que deba comerse mucha carne o que se deban evitar totalmente los carbohidratos. Pero el estudio, que involucra a 159 adultos con hipertensión mínima o moderada halló que los mejores resultados se obtenían al reemplazar algunos carbohidratos con proteínas derivadas de los frutos secos y los productos lácteos o con aceites saludables como el de oliva.
Las tres dietas contenían pocas grasas saturadas y muchas frutas y vegetales, y todas mejoraron la presión de los participantes y redujeron sus niveles de colesterol.
Adoptar cualquiera de las tres dietas sería beneficioso, dijo el jefe investigador, el doctor Lawrence Appel de la Escuela de Medicina Johns Hopkins.
"Muy pocos siguen dietas similares a cualquiera de éstas", agregó.
Todos los participantes probaron cada una de las dietas por seis semanas, comiendo alimentos preparados en una cocina del centro de investigaciones y haciendo una pausa de varias semanas entre una dieta y la siguiente.
La presión arterial promedio de los voluntarios oscilaba en la frontera entre normal y alta: la sistólica ascendía a 131 y la diastólica a 77. La presión sistólica bajó un promedio de 8 puntos mientras los voluntarios estaban en la dieta de carbohidratos, 9.5 puntos en la dieta con proteínas y 9.3 puntos en la dieta con aceites saludables.
Los niveles del colesterol de baja densidad o LDL, conocido como el "colesterol perjudicial", ascendían a un promedio de 129 puntos. El nivel normal serían 100 puntos. Los niveles de LDL bajaron un promedio de 12 puntos en la dieta de carbohidratos, 14 en la de proteínas y unos 13 en la dieta con aceites saludables.
De ser adoptadas por la generalidad del público, estas dietas permitirían reducir las enfermedades cardiacas, dijeron los investigadores.
Dietas: de todos colores
-Cetogénicas. Consisten en ingerir grasas en exceso con el fin de "eliminar" las ya acumuladas, así como disminuir los carbohidratos, lo que favorece el estreñimiento; sin embargo, este régimen sólo consigue que el paciente pierda agua y masa muscular.
-Disociadas. Impiden combinar o ingerir simultáneamente distintos tipos de alimentos, por lo que son difíciles de seguir, ya que nos hemos acostumbrados a comer un conjunto más o menos armónico de comestibles.
-Hipocalóricas. Tienen como fundamento la aportación insuficiente de energía (carbohidratos y grasas), pudiendo producir alteraciones como cansancio, taquicardia (variación del ritmo cardiaco) e, incluso, daños al corazón.
-Vegetariana. Excluye totalmente los alimentos de origen animal, por lo que puede causar deficiencias de hierro y proteínas.
-Disparatadas. Se basan en el consumo de un solo alimento durante 2 ó 3 días a la semana, con la supuesta finalidad de desintoxicar al organismo y hacerle quemar grasa; incluye a las dietas de la toronja, arroz, limón y huevo, que dan lugar a diarrea y deshidratación.