“La Cámara de Diputados no se ocupa de resolver las denuncias de juicio político ni las declaratorias de procedencia pendientes, salvo el caso de desafuero de Andrés
Manuel López Obrador”.
Pablo Gómez
Yo entiendo que hay razones de procedimiento. El dictamen de la Sección Instructora sobre el desafuero en contra del senador del PRI Ricardo Aldana se aprobó la legislatura pasada y nunca ha sido votado. No queda claro si ahora puede pasar directamente al pleno de la Cámara de Diputados como dictamen y por lo tanto si ésta puede convertirse en jurado de procedencia y votar ese dictamen. Pero es por lo menos incómodo que, mientras Andrés Manuel López Obrador fue desaforado ya, el proceso de Aldana sigue detenido en la Cámara de Diputados a pesar de que data de mucho tiempo antes.
Los representantes del PRD en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados trataron este martes 12 de abril de promover un punto de acuerdo para solicitar a la Comisión Jurisdiccional que devolviera a la Mesa Directiva de la Cámara el dictamen de desafuero de Aldana que se le envió en septiembre de 2003. La idea era que al someter este dictamen a la Mesa directiva ésta se vería obligada a convocar a la formación de un jurado de procedencia en el pleno.
Como era de esperarse los representantes del PRD votaron a favor de este punto de acuerdo, en tanto que los del PRI, que desde hace años han buscado evitar el desafuero de Aldana, lo hicieron en contra. La iniciativa perredista fracasó, sin embargo, debido a la abstención de los diputados del PAN, el PT y Convergencia.
José González Morfín, el coordinador de los diputados panistas, que es también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, argumentó que su abstención se debió a la falta de claridad sobre si efectivamente se pude enviar un dictamen aprobado en una legislatura anterior a la Mesa Directiva. A cambio de la abstención presentó una propuesta para solicitar a la secretaría general un estudio sobre la situación legal del dictamen.
Supongo que desde un principio la iniciativa del PRD estaba condenada al fracaso. Pero los perredistas estaban más ansiosos de mandar un mensaje político que de ganar una votación de inciertas consecuencias. Y el mensaje es muy sencillo. La Ley se aplica de manera selectiva.
Al perredista Andrés Manuel López Obrador se le desafora por construir un camino para comunicar un hospital, mientras que a Ricardo Aldana, quien como tesorero del sindicato de Pemex tuvo que ver en el desvío de fondos de este monopolio al PRI en 2000, no tiene que preocuparse, ya que es priista.
El mensaje así ha sido entendido por muchos. Aldana puede seguir gozando con tranquilidad del fuero que le otorga su condición de senador.
Al parecer no habría la intención de aplicar estrictamente la Ley en su caso, al contrario de lo que ha ocurrido con López Obrador. Incluso el PAN, que apoyó el dictamen original de desafuero de Aldana en la Sección Instructora, habría decidido ahora proteger al senador priista a través de una abstención para la cual el problema de procedimiento sería simplemente un pretexto. De conformidad con la mentalidad del complot, el acuerdo entre el Gobierno Federal y el PRI para inhabilitar a López Obrador sería la razón real de la abstención del PAN.
Hay sin duda razones de procedimiento que no son sencillas de resolver (véase la nota al final sobre el artículo 94 del Reglamento Interno). Pero si la Cámara de Diputados no encuentra una manera de sacar de la congeladora el dictamen anterior de la Sección Instructora, Aldana mantendrá su fuero hasta el tres de agosto de 2006. Y esto, para los mexicanos comunes y corrientes, confirmará la idea de que el desafuero de López Obrador fue una excepción y no la regla en la aplicación de la Ley en nuestro país.
Pedirle a la actual Sección Instructora que elabore un nuevo dictamen sobre el senador Aldana tiene poco o ningún sentido. Esta sección tiene actualmente dos diputados del PRI frente a uno del PRD y otro del PAN. Un empate en la Sección Instructora detendría el desafuero. Y queda claro, desafortunadamente, que los priistas nunca aceptarían aprobar un dictamen de juicio de procedencia en contra de su correligionario, por mucho que digan que su voto en contra de López Obrador fue producto de un deseo de respetar la Ley.
EL 94
El artículo 94 del Reglamento Interno del Congreso establece que los dictámenes que no se aprueban en una legislatura pasan a la siguiente sólo como proyectos. En septiembre de 2003 hubo un intento de llevar al pleno un dictamen de desafuero de Aldana elaborado por la legislatura anterior. Sin embargo, el PRI, el PVEM, el PT y Convergencia derrotaron al PAN y al PRD y mandaron el dictamen a la Comisión Jurisdiccional, donde quedó congelado.
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