Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Ni escenografía, ni bailarines, nada... sólo una silla, el micrófono y una pequeña mesita están al centro del escenario.
El Teatro Nazas se encuentra casi a su totalidad. De un momento a otro centenares de personas ?jóvenes en su mayoría- ocuparon sus lugares. El ingeniero de sonido del teatro dice que está a tres cuartos, alrededor de mil personas.
El ambiente es mágico, más bien íntimo, entre amigos; así lo hicieron sentir los elementos de Canto Nuestro. Alejandro Filio aceptó que ellos abrieran el concierto. Se lucen con Nunca Dejaré que te Vayas, Tiempos Violentos y La Maza, de Silvio Rodríguez. Son buenos y la gente lo reconoce con sus aplausos, pero en realidad a quienes vinieron a ver fue a Alejandro Filio.
Ahí viene, sí, es él, si no el público no estuviera aplaudiendo tanto y mucho menos tomándole fotografías. Quienes no lo conocían en persona se sorprenden de su corta estatura, pero eso es lo de menos, sólo es cuestión de que lo escuchen cantar.
Es viernes 15 de abril, faltan cinco para las nueve de la noche. Seguro que está por empezar pues ya tomó su guitarra y se acomodó en el asiento.
?Teníamos una cita pendiente desde hace tiempo ustedes y yo. En la página de Internet me llegaban mensajes que preguntaban ?¿cuándo Torreón??. No sé qué estábamos esperando, pero ya estamos aquí. Buenas noches, bienvenidos?.
?¡Maestro!?, se escucha un grito proveniente de la parte baja. Aún y su pequeña estatura Alejandro llena el escenario. Su cálida y afinada voz, aunado a las notas que emergen de su guitarra, invitan a no desviar la atención. Las parejas se toman de las manos, unas más se abrazan. Los amigos se acomodan y disfrutan el repertorio.
?Llegaba la tarde color de ceniza, volando las seis como pájaro intacto, detrás de tu paso, detrás de tu risa, no hay noche ni encanto que te sobreviva, mujer que camina...?, es la primer canción de la noche, se llama De los Enamorados. El juego de luces hacen la escena más incitante, bien dicen que sus temas son poesía hecha música. A muchos la poesía los aburre, pero no la de Alejandro Filio, su canto enamora, llega al corazón, a las fibras sensibles. Además él es muy divertido, tras cada tema bromea.
Ojalá nunca hubiera preguntado ?¿cuál quieren escuchar??, pues de todas partes salen gritos como ?¡Hermano Lobo!?, ?¡Despierta!?, ?¡Brazos de Sol?... un muchacho grita entre risueño y apenado ?¡Tu Cárcel!?, esta última de El Buki. ?Achis, todos están pidiendo la que quieren y yo quiero esa?, le dice a su pareja entre risas.
?Esta canción nació en 1997, en la Habana, Cuba con el maestro Silvio Rodríguez, que esta noche... no pudo estar con nosotros?, dice Filio entre las risas del público.
?...Esta canción en particular se la quiero dedicar a las mujeres que le piden a los hombres que cambien. Las mujeres quieren que los hombres alcancen la perfección, que ellas alcanzaron hace tiempo...?, empiezan las primeras notas de Vienes con El Sol.
También, acompañado únicamente por su guitarra y el tarareo de algunas personas canta Sin la Luna, Ojos Verdes, Caín, y Era, entre muchas otras; Pero todos la que quieren oír es Brazos con el Sol, y Filio les cumple.
?Es que no importa que digan, que está trillado, hablar de amor, que maldigan si no han probado la noche en sus brazos de sol. Y es que no importa ...?.
El concierto aún no termina y ya hay gran cantidad de personas en el foyer del Teatro Nazas. La gente del Icocult Laguna (una de las instituciones que organizaron) están vendiendo los discos de Filio. Todos se acabaron.
Son las 10:20 de la noche, ya se acabó, en realidad duró mucho menos de lo que se pensaba, pero no importa, el buen sabor de boca nadie lo quita.