EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Alejandro Sandoval Ávila reúne un ambicioso tríptico narrativo formado por las novelas La Justa Fatiga (1984), Piel de Hormiga (1992) y Playas del Este (Ediciones Sin Nombre, 1997), que tejen entre sí una saga de fundación, desde la infancia hasta la vida adulta, trayecto en el cual los personajes toman forma como creaciones de un imaginario tan colectivo como personal.
Este material se titula Sin Muerte ni Fulgor, mismo que será presentado el día de hoy en el Foyer del Teatro Nazas en punto de las 8:30 de la noche.
?Novelas también de iniciación, fundan en la descripción paisajística y en la viñeta anecdótica la futura angustia de la existencia, sea en las rulfianas llanuras de Tepetongo o en las playas de La Habana, en una revolución que ya empieza a ser presa de sus conflictos?.
Ensayista, poeta y narrador, Sandoval encuentra en la narrativa su mejor y más clara voz, relacionada con un lado con la literatura considerada como unas interminables mil y una noches en que las historias surgen de sí mismas. A la manera de sus exitosos relatos infantiles, el autor descubre a sus personajes y éstos se descubren entre ellos conforme las historias se constituyen en una urdimbre más verdadera que la vida.
Si con la aparición de cada una de las novelas mencionadas por separado las obras llamaron la atención de la crítica y del público lector, ahora que están reunidas en Sin Muerte ni Fulgor, al redondearse su sentido, le darán a su autor el notable lugar que le corresponde entre los novelistas de su generación.
Alejandro Sandoval Ávila, nació en Aguascalientes en 1957. Estudió Filología Hispánica en la Universidad Central de Cuba. Escribe ensayo, poesía y narrativa. Fue Presidente de la Asociación de Escritores de México y miembro del Consejo Directivo de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Ha publicado en revistas y suplementos culturales de México, España y Cuba, y comentarios críticos sobre su literatura han aparecido en publicaciones de Sudamérica, Alemania y los Estados Unidos. Su obra para niños ha sido traducida al portugués. Entre otras distinciones le han sido otorgados: el Premio Poesía Joven de México en 1974, el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde en 1982 y el premio El Barco de Vapor (literatura para niños) en 1997.