AGENCIAS
MÉXICO, DF.- El heredero de la dinastía Bush, George Prescott Bush, estimó que el político mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pudiera representar un riesgo para las relaciones entre Estados Unidos y México, de ganar las presidenciales en su país.
Tras ofrecer un discurso en una cena organizada el jueves por el Capítulo Suroeste de la Cámara de Comercio Estados Unidos-México con motivo de la Independencia mexicana, Bush señaló la tendencia de izquierda de López Obrador como ese riesgo en el futuro de México.
En una sesión de preguntas y respuestas, el joven abogado dijo creer, sin embargo, que de ganar en 2006, el ahora precandidato presidencial por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) “va a entender que lo mejor para México está en el capitalismo”.
El sobrino del presidente George W. Bush confió en que, de darse el caso, López Obrador mostrará la “sensibilidad” exhibida por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, quien “ha tenido que sobrepasar a la izquierda” para gobernar a su país.
En su discurso, el hijo del gobernador de Florida, Jeb Bush, habló a título personal sobre las relaciones México-Estados Unidos.
Destacó la importancia de reforzar los lazos entre ambos países ante la creciente competencia de nuevas potencias económicas como China y la amenaza a la seguridad del terrorismo internacional.
Al tocar el tema migratorio, dijo que Estados Unidos “no puede excluir a nadie de buscar el ‘sueño americano’, pero indicó que existe la necesidad de establecer una frontera segura que permita saber quién entra y quién sale del país.
“No existe problema en que un inmigrante ingrese a Estados Unidos y encuentre un trabajo en el que no va a desplazar a ningún ciudadano estadounidense, pero su ingreso debe ser regulado y autorizado”, afirmó.
Bush expresó su apoyo a la iniciativa de reforma migratoria interpuesta ante el Congreso por el senador republicano de Texas, John Cornyn, quien propone establecer un programa de trabajadores huéspedes.
La legislación permitiría que trabajadores mexicanos y de otros países fueran autorizados a cruzar la frontera para desempeñar de manera legal un trabajo en Estados Unidos hasta por tres años mientras gestionan su residencia permanente.
