Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Daba la impresión que el tiempo jamás había transcurrido; la gente los recibió como si se trataran de los artistas de moda. Les aplaudió cada movimiento, cantó todos los temas y los chuleó hasta el cansancio...
Y es que hay voces que se quedan en la memoria y nada las saca de ahí; melodías que regresan una y otra vez y cantantes que siempre es posible identificar al primer compás. Ese es el caso de Amanda Miguel y Diego Verdaguer.
El viernes por la noche casi dos mil personas acudieron al llamado de los argentinos, y se dieron cita en una discoteca ubicada al oriente de la ciudad para disfrutar su presencia y sus éxitos.
A diferencia de otros conciertos, el público no estuvo conformado por jóvenes, sino por parejas de adultos que cantaron hasta el cansancio, que se emocionaron cual muchachos y brindaron con ellos para hacer de esa, una noche redonda.
Puntuales a la cita, Amanda y Diego aparecieron a las 23:30 horas en el foro para entonar juntos La Eternidad, después Amanda se retiró de escena para dejar sólo a quien ha sido su esposo durante 28 años.
Solos o en dupla, durante las más de dos horas que duró el espectáculo los artistas cantaron los temas que los han colocado en el gusto de la gente.
Diego causó sensación con El Pasadiscos, El Amor es Así, Quiero que me Beses en la Boca y Quisiera que Tú, pero sin lugar a dudas fue con La Ladrona y Usted que Haría con las que se llevó una gran ovación.
Por su parte, Amanda Miguel demostró que sigue siendo poseedora de una gran voz e interpretó La Gata en el Tejado, que fue entonada por todos los asistentes al igual que otros temas como Castillos en el Aire y Un Amor muy Especial.
En el cierre del espectáculo la pareja cantó a dueto. Diego, acompañado de su guitarra, y Amanda, tocando el teclado.
En última parte del show interpretaron aquella canción que ocupó los primeros lugares de popularidad llamada Hagamos un Trato, para después seguir con Corazón de Papel, Las Pequeñas Cosas y El Rostro del Amor.
Amanda Miguel y Diego Verdaguer hicieron gala de su extrema sencillez y simpatía, tomando en cuenta a sus espectadores en todo momento. La voz de Amanda y su capacidad escenográfica destacaron durante su actuación, demostrando que después de años, continúa siendo una gran artista.
Por su parte Diego se mostró delgado, atractivo y con la misma voz que lo caracterizó desde su primera aparición en el mundo artístico, sólo que ahora había que sumar la madurez que motivó una lista larga de piropos por parte de las mujeres que estaban entre el público.
