EFE
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- La demora del Partido de los Trabajadores (PT) en sancionar a dirigentes acusados de corrupción amenaza con provocar una desbandada en la formación fundada en 1980 por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
El diputado Joao Alfredo Telles Melo, uno de los que amenaza con abandonar el mayor partido de izquierda de América Latina, dijo ayer a periodistas que tomará su decisión definitiva el 18 de septiembre, cuando los miembros del PT elegirán a sus nuevos dirigentes.
Según Telles Melo, lo más probable es que se afilie a una nueva formación en caso de que la dirección del partido vuelva a quedar en manos del grupo que actualmente controla el PT y que está vinculado a la mayoría de los acusados de corrupción.
?Por mí ya habría salido, pero me comprometí con otros compañeros a esperar la elección de la nueva dirección nacional del partido, porque otros pueden dejar el PT?, afirmó el parlamentario brasileño.
Para los sectores más a la izquierda del partido, el llamado ?Campo Mayoritario?, una tendencia dentro del PT que controla la dirección de la formación desde hace años, ha venido mostrando cierta tolerancia con militantes acusados de corrupción.
El descontento aumentó cuando la dirección del partido, en una reunión en Sao Paulo, decidió aplazar por 30 días las labores de una comisión que investiga a siete diputados acusados de recibir recursos de procedencia ilegal.
Tal grupo deberá decidir si acusa a tales parlamentarios ante la Comisión de Ética del partido, que será la responsable en última instancia por decidir si los acusados merecen ser sancionados o hasta expulsados del PT.
Además, una medida de amparo dictada por un juez de primera instancia y enviada el sábado a la sede del partido impidió que la Comisión de Ética expulsara de la formación oficialista a su ex tesorero, Delubio Soares, blanco de graves denuncias de corrupción.
Los miembros de la Comisión de Ética ya habían llegado a un acuerdo para expulsar a Soares del PT, pero la decisión judicial, que los dirigentes del partido resolvieron acatar, impidió la primera sanción de un militante desde que surgieron las primeras denuncias de corrupción contra el partido oficialista.
Delubio Soares, que llegó a ser uno de los principales dirigentes del partido, ha sido acusado de haber montado una extensa red de recaudación ilegal de recursos para financiar las campañas electorales del partido.
Los recursos, nunca declarados ante las autoridades fiscales o electorales, fueron repasados a dirigentes de diversos partidos aliados al Gobierno, principalmente del PT, a través de las empresas del publicista Marcos Valerio Fernandes, el principal implicado en el escándalo y vinculado directamente a Delubio.
Las denuncias provocaron la caída de los principales dirigentes del PT y salpicaron al Gobierno de Lula, quien dice sentirse ?traicionado?.