Tú ya sabes lo excelentes anfitriones que son Jorge y Silvia Pérez que nos recibieron en su residencia, apoyados gentilmente por Ramón y Gaby García, Florentino y Morena Martínez, Chuy y Licha Villarreal. La verdad, se desvivieron en atenciones para todos sus amigos sembradores de amistad.
Sobre un césped muy bien cuidado, bajo el cobijo de frondosos árboles, se dispusieron las mesas que fueron ocupadas en su totalidad por cuarenta matrimonios, que gozamos de un ambiente donde campeó la amistad y la alegría. Los padres nos sentimos halagados de ser motivo de agasajo de parte de nuestras esposas en un día dedicado por tradición a honrar al ?jefe de la casa?.
En el libro del eclesiástico, que se refiere a la Sagrada Familia dice: ?Quien honra a su padre encontrará alegría en sus hijos./ Hijo cuida a tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristezas?. Y si a eso le agregamos los cuidados de nuestra esposa. ¡Miel sobre hojuelas!
Entre lo mucho que se platica de sobremesa, surgió lo de la reunión ?que se iniciará hoy jueves- en Parras de la Fuente, lugar en donde habrá de celebrarse la convivencia anual y un programa que incluye cena- concierto de los tres ?temores?, un torneo de golf, gira turística a la capital del Estado con visita a su famoso Museo del Desierto y un domingo plácido de carreras con el potrillo. Así que ya verás, los que no vayan tendrán que aguantar todo un año de comentarios sobre las peripecias del feliz viaje a Parras.
Todo eso no impedirá que tengamos en nuestro pensamiento a varios consocios nuestros que afrontan problemas de salud: Emilio de la Garza, Pepe Villarreal, Chuy Martínez y Cosme González, a quienes sus amigos sembradores les deseamos rápida convalecencia. Lo mismo a Chago Vera, padre político de Horacio Aranda, padre de Esperanza y gran amigo nuestro.
Hay hechos que por su esencia humana quedan en la memoria con caracteres indelebles, porque ponen de manifiesto virtudes que trascienden más allá de los propios sentimientos, por su reflejo en las emociones de otras personas: a invitación de Manuel González García y Melita su esposa, asistimos a la misa que ofició el Excmo. Señor Obispo de Torreón, don José Guadalupe Galván Galindo, para dar gracias a Dios por las mercedes recibidas y qué mayor merced que el don de la vida.
En esa ceremonia que tuvo lugar en la parroquia de Los Ángeles, pudimos constatar el cariño, el aprecio que le tienen sus familiares y amigos a Meme y Melita. Cariño y aprecio que ellos se han sabido ganar por su don de gente, por ese tener a flor de labio una palabra amable, una palabra de aliento. Por ese darse a sí mismos.
Largos fueron los meses que Meme y Melita pasaron allende la frontera en vías de recuperación y ahora que regresan a sus lares se sienten reconfortados con tantas muestras de cariño recibidas. ¡Bendito sea Dios!