Del sacerdote jesuita Martín Martínez transcribo sus versos alusivos al sembradorismo:
?¿Quiénes son esos varones que mantienen la campaña
proclamando de los hombres su eminente dignidad,
sus derechos a la vida y que usando sabia maña
luchan con vehemencia por la humana integridad??.
¿Quiénes son que se desvelan por el bien de la familia,
que es la fuente de la vida y la sin par educación,
que su esfuerzo, su unidad, fecundidad siempre concilia
proveyendo con ahínco a su completa formación?
Los que esperan del Estado una fiel autoridad
que deriva de inmediato de viriles ciudadanos,
que promueve y que coordina entre todos la unidad
y que a la patria da pundonorosos mexicanos?
Cuando tú los veas notas que practican la justicia,
que completan y coronan con la digna caridad;
sin aquélla, como sabes, el Estado se desquicia
y sin ésta, fuera fría nuestra pobre humanidad.
Si te dan la mano tienes de seguro su amistad,
que es activa y es recíproca, deleitable útil y más;
es el papel que desarrolla esa fina caridad
que es entrega y se desvive por el bien de los demás.
Ellos saben definirte con palabras la amistad,
más mejor en todas partes, aún en el templo,
practicando nobles obras con magnánima equidad,
mucho más que las palabras, oro vale ese ejemplo.
Es por eso que exterminan todo aquello que te empañe,
que te manche y que mengüe tu decoro personal,
somos seres racionales, y es mejor, nadie se engañe,
que debemos todos juntos procurar el bien social.
Tienen ellos esa idea de la patria cultivar.
no ese vil nacionalismo que ya trae las alas rotas,
urge mucho a nuestra patria a sus hombres afirmar
que hoy y en todo tiempo necesita de patriotas.
¿Quiénes son esos valientes que te puedes encontrar?
Su saludo, tú contesta, te traerá gran felicidad
y si alguno ¿quiénes son? Se le ocurre preguntar,
tú contesta simplemente: ¡son sembradores de amistad!?.
Como ves amigo mío, Martín Martínez, S. J., sacerdote regiomontano que cultiva la oratoria sagrada y la poesía, en sus versos define en forma clara y precisa, la filosofía del ideario y la nobleza del credo sembrador.