Hay quien justifica lo que sucede en el país con una expresión tan grande como ambigua: “México es mágico”; también los hay quienes intentan interpretar el cómo suceden las cosas, señalando que el país es complejamente surrealista. Pero otros habrán de aseverar que no existe seriedad, congruencia, certidumbre y mucho menos el bien superior de la patria como principio rector del quehacer de políticos y gobernantes.
En el más reciente episodio de ese melodrama largo y confuso que es el caso del desafuero de Andrés Manuel López Obrador, la Procuraduría General de la República le concedió la libertad provisional bajo caución y en lugar de consignar el expediente solicitaron una orden de presentación al juez federal, pues dos diputados locales del PAN tuvieron la ocurrencia de pagar la fianza del jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Andrés Manuel quería enfrentar el proceso en su contra desde la cárcel, por un indudable poder mediático que lo colocaría en el pedestal de mártir de la democracia, pero los asambleístas blanquiazules Gabriela Cuevas y Jorge Lara simplemente se lo impidieron. El depósito de dos mil pesos se hizo ayer por la mañana en una sucursal de Bansefi, luego de que los legisladores supieron que la PGR solicitó consignar el expediente contra el jefe de Gobierno capitalino.
Cabe recordar que Cuevas y Lara son los legisladores que desde hace varios meses solicitaron ingresar a las conferencias mañaneras del jefe de Gobierno a fin de tener de manera directa información y contacto con el perredista. Por supuesto que Andrés Manuel reaccionó con molestia. Calificó como una cobardía el hecho de que hubieran pagado la fianza los dos diputados panistas y señaló que “son unos tramposos”.
Sólo queda apuntar que será el juez 12 de procesos penales federales del Reclusorio Oriente, Juan José Olvera, quien resuelva la situación legal de Andrés Manuel López Obrador y que es el mismo que ha llevado, entre otros casos, el de Raúl Salinas de Gortari, por el presunto peculado derivado del desvío de recursos de la Presidencia y el del ex general Francisco Quirós Hermosillo. Habrá que esperar por otro movimiento en este juego de ajedrez político de tercer mundo.