Las mesas electorales cerrarán a las 9 de la noche (19:00 GMT), dos horas después de lo previsto.
Ramalá (AP).-Los palestinos realizaron el domingo su primera elección presidencial en nueve años, para escoger al reemplazante de su fallecido líder, Yaser Arafat en una votación que muchos esperan señale el comienzo de un liderazgo moderado y la revitalización del proceso de paz del Medio Oriente. Las autoridades electorales ampliaron las horas de votación citando una gran asistencia de votantes y confusión en urnas de Jerusalén.
Mahmoud Abbas, candidato del movimiento Fatá, era considerado el favorito por amplio margen para sustituir a Arafat, quien murió el 11 de noviembre. Sin embargo, los analistas dijeron que Abbas necesitaría una victoria clara para impulsar su agenda, la cual contempla reanudar las conversaciones de paz con Israel y reformar la Autoridad Palestina, señalada por múltiples actos de corrupción.
Baha al Bakri, vocero de la Comisión Central de Elecciones palestina, informó que las mesas electorales cerrarán a las 9 de la noche (19:00 GMT), dos horas después de lo previsto.
Indicó que se requería más tiempo para atender al flujo de votantes y que los sufragantes en Jerusalén necesitaban más tiempo para votar. Muchos votantes no pudieron sufragar en la principal mesa electoral de la ciudad debido a la confusión con las listas de empadronamiento.
El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter logró concretar un acuerdo con la comisión electoral y funcionarios israelíes para permitir a los votantes registrados en el este de Jerusalén sufragar en cualquiera de las seis oficinas de correo de la ciudad.
Las elecciones se desarrollaban sin mayor incidente. En un centro de votación, un grupo de hombres armados irrumpió disparando al aire y quejándose de que los nombres de sus familiares no estaban en las listas.
El ministro palestino Saeb Erekat dijo que las elecciones palestinas deben servir de ejemplo al mundo árabe. ``Este es un mensaje para el presidente Bush, para el resto del mundo, de que el problema aquí no es el sistema, no es la falta de reformas, sino la ocupación israelí'', dijo Erekat.
Por otra parte, el gobierno de Israel informó que está listo para reunirse con Abbas después de los comicios, y ha ofrecido liberar a varios prisioneros palestinos si el nuevo líder puede detener los ataques con cohetes lanzados hacia asentamientos judíos.
Las mesas electorales abrieron a las 7 de la mañana (05:00 GMT). Aproximadamente 1.8 millones de palestinos tienen derecho a votar.
Más de 2 mil 800 urnas electorales fueron enviadas el sábado a mil 77 casillas en Cisjordania y Gaza.
Sin embargo, un funcionario electoral dijo que el número de personas habilitadas para votar podría ser menor al estimado, pues algunos padrones son obsoletos. Los resultados preliminares surgirían poco después del cierre de urnas.
Los votantes acudieron a las casillas desde temprano, y la actividad se intensificó en muchas áreas a media mañana.
La votación transcurría sin problemas en la mayoría de las áreas, aunque algunos observadores internacionales se quejaron de confusiones en los puestos instalados en Jerusalén. La policía disolvió dos pequeñas protestas de extremistas israelíes que trataban de impedir la votación en la ciudad.
Abbas, acompañado por su familia, emitió su voto en la sede de la Autoridad Palestina en Ramala.
``Las elecciones van bien y eso indica que el pueblo palestino se encamina hacia la democracia'', dijo. Añadió que existen ``obstáculos'' israelíes, ``pero nuestro pueblo es más fuerte que cualquier obstáculo''.
Según encuestas de opinión, Abbas mantiene una clara ventaja sobre su principal rival, el activista por la democracia Mustafa Barghouti. También participan otros cinco candidatos.
Abbas ha señalado que su objetivo es el mismo que el de Arafat, el fin de la ocupación israelí y la creación de un estado palestino en la Margen Occidental y en la Franja de Gaza, con Jerusalén como su capital.
Sin embargo, a diferencia de Arafat, Abbas ha pedido el fin de la violencia palestina y ha reconocido abiertamente que el levantamiento armado sólo ha perjudicado a su pueblo. Arafat era ampliamente considerado un dirigente corrupto que tácitamente apoyaba los ataques palestinos, y tanto Israel como Estados Unidos se negaban a dialogar con él y lo tenían marginado.
Por otra parte, Abbas debe enfrentar las presiones israelíes, que exigen la represión de los combatientes armados.