REUTERS
MÉXICO, DF.- México, uno de los principales receptores de remesas del mundo, ampliará el servicio de recepción de estos recursos al sector más pobre del país que no tiene acceso a la banca, anunció ayer el Gobierno.
El país permitirá que las remesas puedan ser cobradas por entidades de crédito que atienden a gente de bajos ingresos, de entre 160 y 240 dolares de ingreso al mes, denominadas microfinancieras.
Actualmente pueden ser cobradas a través de bancos y sociedades financieras, principalmente.
A partir de las próximas semanas ?se van a poder bajar (cobrar) a través de las microfinancieras?, dijo la coordinadora general del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario, María del Carmen Díaz.
Esto significará un abaratamiento en el cobro por operación de entre 50 y 75 por ciento en comparación con las compañías tradicionales de transferencias de fondos, dijo Díaz.
?Habrá reducciones tanto en las comisiones como en el tipo de cambio y en el tiempo de recibir las remesas?, detalló. En el programa participarán las empresas de remesas EZ Paisano, No Borders y Microfinance International Corporation (MFI Corp.).
Sólo las dos primeras poseen más de 25 mil puntos de venta en Estados Unidos.
En México serán recibidas a través de las 220 microfinancieras que hay en los 32 estados del país, por ventanilla en sucursales o en cajeros automáticos, dijo la funcionaria.
El Pronafim es la principal fuente de fondeo de las microfinancieras y, a través de estas entidades, atiende a cerca de 1.6 millones de microempresarios, a quienes ha prestado unos tres mil millones de pesos desde 2001.
En 2004 las remesas que envían los mexicanos en el exterior, principalmente residentes en Estados Unidos, a sus familias, superaron los 16 mil 600 millones de dólares y para este año se espera que se incrementen sobre los 20 mil millones, según cálculos oficiales.
Uno de cada 18 hogares mexicanos recibe remesas del exterior, mientras que cada año emigran del país unas 400 mil personas, la gran mayoría a Estados Unidos, a donde van en busca de mejores perspectivas económicas y donde residen alrededor de diez millones de mexicanos.
De acuerdo con datos oficiales, la mayor parte de las remesas se destinan a la satisfacción de necesidades básicas y consumo, mientras que menos del diez por ciento se dedica al ahorro y la inversión productiva.
