Tras confirmar una mínima ventaja de Merkel sobre Schroeder, se ve la posibilidad de unir los contendientes.
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BERLÍN, ALEMANIA.- El canciller alemán Gerhard Schroeder y la líder conservadora Angela Merkel dijeron que conversarían sobre la formación de un nuevo Gobierno, tras el estancamiento de las elecciones generales del domingo, pero ambos insistieron en dirigirlo.
Merkel, todavía mostrándose avasallada y sorprendida después de que el desempeño de su partido fue mucho más débil que lo esperado, adoptó un tono conciliatorio al prometer conversar con todos los partidos, a excepción del ideológicamente muy distante, Partido de Izquierda.
?No tenemos preferencias?, dijo Merkel a periodistas, insistiendo, sin embargo, en que los Demócratas Cristianos y su aliado, la Unión Social Cristiana (CDU y CSU, respectivamente, por sus siglas en inglés) sumaron la mayoría de los votos, otorgándole a ella el derecho a reemplazar a Schroeder como canciller.
En tanto, el Partido Social Demócrata (PSD) de Schroeder, fortalecido por un resultado que lo ubica apenas 1.0 punto porcentual por debajo de Merkel pese a que se preveía una fuerte derrota, continuaba sonando desafiante.
Probablemente el resultado de la más inconclusa elección en la historia de la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial sea una ?gran coalición? que inclyuya al CDU, CSU y al PSD.
PIDEN DEFINICIÓN POLÍTICA
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, instó a los líderes alemanes a superar tan rápido como sea posible el punto muerto al que se llegó tras las elecciones del domingo.
Si se prolonga la indefinición política en la mayor economía de la Unión Europea (UE) podrían dificultarse las decisiones a nivel del bloque sobre las reformas necesarias para reanimar su estancada economía y sacarlo de la inactividad provocada por el rechazo a una constitución para el bloque, afirmó Barroso.
Analistas dijeron que la falta de un liderazgo político en Berlín retrasará el proceso de toma de decisiones en el bloque de 25 países de la UE, ya que Alemania cuenta con la mayor influencia política, seguida por Francia y Gran Bretaña. Entre los principales temas en la agenda de Bruselas se encuentran la forma final que se le dará a una gran reforma de las reglamentaciones químicas, conocida como REACH y una propuesta para liberalizar el mercado de servicios.
Las naciones de la Unión Europea están también profundamente divididas por el presupuesto 2007-2013, que necesita ser aprobado rápidamente para evitar retrasos en la financiación de importantes programas regionales de ayuda humanitaria.
