La Casa Blanca afirma que el programa nuclear iraní oculta una vertiente secreta dirigida a adquirir un arsenal de armamento atómico.
Washington, (EFE).- EU anunció hoy que consultará con sus aliados del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) antes de decidir cuál es el "paso apropiado" para responder a la decisión iraní de reanudar su actividad nuclear.
"Consultaremos con los tres países europeos (que negociaron con Irán) y otros compañeros de la Junta de Gobernadores (del OIEA) cuál es el paso apropiado a dar a raíz de lo que ha pasado", declaró en rueda de prensa un portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli.
En respuesta a varias preguntas sobre la posibilidad de que EU presione para denunciar el caso iraní ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Ereli no quiso hacer pronósticos aunque reiteró que la posición de Washington al respecto "es bien conocida", en alusión a las reiteradas ocasiones en que la administración estadounidense defendió remitir el asunto a la ONU para la adopción de sanciones.
"No quiero predecir ningún resultado de lo que pasará o cuándo", según el mismo portavoz, quien insistió en que "tenemos que trabajar juntos para dar una respuesta".
Según Ereli, la comunidad internacional debe seguir trabajando de forma coordinada en este caso con el objetivo de "impedir a Irán que utilice su programa nuclear para fabricar armas".
La Casa Blanca afirma que el programa nuclear iraní oculta una vertiente secreta dirigida a adquirir un arsenal de armamento atómico, acusación negada por Teherán, que insiste en que la energía nuclear es un derecho de todas la naciones y que sus objetivos son pacíficos.
"Desde nuestro punto de vista, Irán utilizó un programa nuclear civil para desarrollar clandestinamente armas nucleares", reiteró hoy el portavoz.
La Junta de Gobernadores del OIEA se reunirá mañana, martes, de forma extraordinaria para analizar esta nueva fase de la crisis iraní, desatada a raíz de la decisión de Teherán de reanudar algunas de sus actividades en la planta de conversión de uranio en la planta de Isfahán, en el centro del país.
El director del organismo de control nuclear, Mohamed el Baradei, confirmó la reanudación de dichas actividades, aunque aseguró que los iraníes todavía no han roto los precintos del OIEA en las partes de la línea de procesamiento de la planta que habían sido selladas.
El régimen de los ayatolá ha declarado que no se siente preocupado por el resultado de la reunión del OIEA, y que piensa seguir adelante con sus planes.
Desde la Casa Blanca, el portavoz Trent Duffy recordó que los tres países europeos encargados de negociar con Irán (el Reino Unido, Alemania y Francia) dijeron que el problema debería llevarse al OIEA en caso de que Teherán rechazase su última oferta de negociación, tal y como ha ocurrido.
Ahora, añadió, EU sigue manteniendo la posición que defiende desde hace tiempo y sigue apoyando los esfuerzos de sus aliados europeos.
A la espera de lo que ocurra en la reunión de mañana en Viena, los responsables del Gobierno estadounidense se mostraron hoy escépticos sobre las buenas intenciones de Irán, un país que Ereli comparó con Corea del Norte, porque ambos generan un "importante déficit de confianza" sobre sus respectivos problemas nucleares.
Aunque son dos casos distintos, el portavoz del Departamento de Estado explicó que tienen ciertas similitudes.
Citó, por ejemplo, el hecho de que los dos países representan una amenaza, generan preocupación a nivel internacional y están negociando con representantes de la comunidad internacional para resolver el problema por vía de la diplomacia multilateral.
En el caso de Irán, las relaciones con Washington no pasan por su mejor momento, no sólo por la crisis nuclear sino también por la generada en torno al pasado del presidente electo iraní, Mahmud Ahmadineyad, como líder del movimiento estudiantil que organizó la ocupación de la embajada de EU en Teherán en 1979, tras la caída del Sha de Irán, Mohamed Reza Pahlevi.
El Gobierno estadounidense trata de averiguar hasta qué punto estuvo implicado en esos incidentes para posteriormente tomar una decisión sobre si concede o no el visado a Ahmadineyad para que pueda participar en la próxima Asamblea General de la ONU, prevista para septiembre.
El portavoz del Departamento de Estado confirmó que "hemos recibido una petición de visado" para asistir a la cita de Naciones Unidas y "la estamos revisando".