El año que agoniza puede considerarse el más turbulento, políticamente hablando, de lo que va del sexenio del presidente Vicente Fox. En medio de la llamada ?tregua navideña?, vale la pena un breve recuento.
La atención de la opinión pública durante los primeros meses de 2005 estuvo acaparada por un solo tema: el juicio de desafuero contra el todavía jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, para que enfrentara un proceso jurídico por desacato a una orden judicial. Luego de fuertes e innumerables enfrentamientos políticos entre el Ejecutivo Federal y el alcalde capitalino, y entre los integrantes de la Cámara de Diputados, el conflicto terminó con la decisión de la Presidencia de la República de no ejercer ninguna acción legal contra el perredista, quien, semanas después, pidió licencia para iniciar su precampaña con miras a la elección de julio de 2006.
Sin duda alguna, la segunda mitad del año estuvo marcada por las pugnas internas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Por una parte, la oposición del grupo de gobernadores de Unidad Democrática, alias Tucom (Todos Unidos contra Madrazo) a la candidatura del entonces dirigente del tricolor que concluyó con la renuncia de Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México, a la precandidatura por los escándalos ventilados acerca de propiedades suyas y de su familia. La elección interna priista fue un mero trámite y Roberto Madrazo se erigió como candidato. Por la otra, el enfrentamiento directo entre éste y Elba Esther Gordillo, lideresa magisterial y entonces secretaria general del PRI, por la sucesión en la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). La renuncia de la maestra a la Secretaría del partido y el nombramiento de Mariano Palacios Alcocer como líder nacional del tricolor, cerró este capítulo.
En Acción Nacional, lo más trascendente fue la sorpresa que dio Felipe Calderón, ex secretario de Energía, en la elección interna para la candidatura a la Presidencia de la República al vencer al precandidato ?oficial?, Santiago Creel, ex secretario de Gobernación.
Y si en 2005 sólo se puso la mesa para lo que viene en 2006, entonces se puede esperar que suceda cualquier cosa en un año electoral en el que se enfrentarán por la silla presidencial tres aspirantes con iguales posibilidades de triunfo.