Durango

Añoran la libertad durante la Navidad

Cada Nochebuena que pasa, sé que me queda un año menos dentro del Cereso: Sabino Soto

Con 23 años dentro de la cárcel, sigue esperando con fe la Navidad, pues es una fecha en la que puede ver a sus padres, hijos y familiares y pasar con ellos la Nochebuena; ?cada Navidad que pasa, sé que me queda un año menos dentro del penal, pero en este día le pediría a Dios que me dejara en libertad en poco tiempo?, fueron las palabras de Sabino Soto Díaz, de 57 años y quien es originario de la Sierra de Mezquital.

Existen más de dos mil historias diferentes en cuanto al festejo de la Navidad dentro del Cereso; una más es la de Sabino Soto Díaz, quien cuenta con 57 años de vida y con la mitad de ellos cumpliendo una equivocación que lo ha separado de sus familiares durante 23 años.

De condición indígena, Sabino ha purgado 23 años de vida dentro del Cereso, con pocas posibilidades de que lo visiten sus padres, pues el traslado de la sierra del Mezquital hacia la ciudad es difícil, tomando en cuenta que ellos ya son personas de edad avanzada, sólo recibe la compañía, en ocasiones, de una hermana, y otras veces de un hijo, narró.

Con semblante cansado, pero firme a la vez, porque el día de su salida se acerca, comentó que la Navidad la espera porque es una fecha en la que puede convivir con la mayoría de sus familiares, ?algunos años han venido mis padres, batallando, pues son gente grande y viene desde lejos, los que me visitan más son unas sobrinas, una hermana y un hijo; sin embargo, el tiempo que pasan cerca de mí se me hace corto, pues con ellos aquí corren las horas más rápido y cuando se van, las manecillas del reloj caminan lentas nuevamente?.

Sabino, católico por convicción, aunque en su pueblo para esperar el nacimiento de Díos realizaban sacrificios durante 15 días, sin cometer ningún pecado, pues ellos sabían que si no lo hacían así podrían morir, ahora espera la Navidad en las mismas condiciones, deseando que su familia acuda a verlo.

?Aunque estoy preso, me le ha pasado más o menos bien, cuando vienen mis parientes se quedan conmigo hasta el otro día, casi todos los internos reciben visita, los que vienen traen comida y nos turnamos para calentarla en un comedor grande que hay aquí adentro?, platicó.

Agregó que es un ambiente de respeto, pues todos lo que quieren es disfrutar de la compañía de sus seres queridos y de algunos amigos.

Algunos de los familiares les traen regalos a los presos o los mismos presos les tienen algo a sus hijos cuando vienen, ?al menos en esta área donde estoy yo, siempre se ha visto una convivencia sana?, comentó.

Sabino, quien ha cursado la primaria, secundaria y parte de la preparatoria dentro del penal, está a seis años de cumplir su pena, pero para él, dice, ya está pagada, pues aunque sabe que el delito de homicidio, por el que ingresó al Cereso, no tiene beneficios, considera que le ha dado mucho al penal.

Destacó que por más de 15 años ha prestado beneficios para la institución, primero en una taller de carpintería y después en herrería, donde día a día se levantaban a las tres o cuatro de la mañana; señaló que por ser indígena debe tener otro tipo de encarcelamiento; sin embargo, no se ha visto nada favorable para él.

?Después de 23 años adentro, sólo me pueden dejar libre con un indulto por parte del Gobernador, recalcó, pues ya he pasado más del 80 por ciento de mi pena haciendo beneficios y apoyando a los presos que también son indígenas en cuanto a la educación?.

Yo le pediría al niño Dios esta Navidad estar fuera en poco tiempo, pues todavía tengo fuerzas para trabajar afuera, estar con mis padres, aunque sea los últimos años que nos quedan, ver a mis hijos y a mis familiares.

Visitas

Hoy, visitarán cerca de cinco mil personas a sus familiares internos en el Centro de Readaptación Social, donde organizarán una cena con pollo al horno como plato fuerte y verduras al vapor, conviviendo con las celdas abiertas para una libre convivencia navideña.

Dentro del convivio en el Cereso, se realizará la tradicional cena de Nochebuena, donde el director del penal, Oliverio Reza Cuéllar, acompañará a los internos y familiares de éstos a degustar tanto de la comida que se prepara ahí mismo, en la institución, como de la que llevan los familiares de los presos.

Reza Cuéllar dijo que se abrirán las celdas, y que sólo se cerrarán las puertas laterales, que dividen cada área, para que el convivio sea general, informando que las personas que vayan de visita, con la intención de quedarse con sus familiares, deben llegar temprano hoy, y podrán salir hasta mañana.

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