?La aportación que haya dejado o esté dejando es el ejemplo del trabajo?
Gudalupe Flores Bolívar, mujer experimentada en el ambiente público y privado; defensora de la participación de la mujer en el mundo laboral; asimismo, reconoce el lado ?machista? de los hombres, el cual no permite a las mujeres ocupar puestos importantes; sin embargo, el lugar que ocupan actualmente las mujeres en el mundo laboral es prueba de su esfuerzo. De hecho, se atreve a asegurar que ?algún día veremos un gabinete mayoritariamente de mujeres?.
En entrevista con El Siglo de Durango se descubre y muestra lo que a ella realmente apasiona: la músca y el trabajo.
Perfil
Nombre: Guadalupe Flores Bolívar
Profesión: contadora pública
Edad: 62 años
Cargo actual: Contralora de la Universidad Juárez del Estado de Durango
Con una trayectoria de 26 años de trabajo en los sectores privado y público, esta mujer disfruta la música, de los libros ?tecnothriller?, que es una mezcla de novela, suspenso y ciencia-ficción, la caminata y la natación.
Ella misma se define como una mujer independiente, trabajadora y estricta, pero no tirana, cuya satisfacción es ser ejemplo de profesionalismo, dedicación y responsabilidad a su paso por los puestos que ha ocupado.
Estuvo 15 años en la extinta Pasteurizadora Durango, en donde llegó a ser gerente; fue auxiliar contable en la Unión Ganadera de Durango; titular de la Contraloría de la Dirección de Pensiones en el gobierno de Armando del Castillo Franco; Directora de Egresos en el sexenio de José Ramírez Gamero, y desde 1993 es la Contralora de la UJED.
Desde 1978 es docente de la Facultad de Contaduría y Administración y tuvo como alumnos al actual gobernador Ismael Hernández Deras, a su esposa Gabriela López, y a los actuales secretarios de Finanzas, Jorge Herrera Caldera, y de Contraloría, Lourdes Nevárez Herrera.
¿Se define como estricta en sus clases y en su trabajo?
Sí, y pregunte. Sí, porque estoy acostumbrada a trabajar y a que se hagan las cosas. A mí no me gusta y me desespera que cuando pido una cosa no esté.
¿Qué resultados logra con ser estricta?
Una cosa es ser estricto y otro tirano. Lo estricto, en un buen ambiente, todo marcha bien, y ayuda mucho en un trabajo como éstos, y yo lo vi en el sector privado, en donde uno aprende mucho.
Hay gente que toda su vida ha trabajado en el sector público y no tiene una visión de las cosas. A veces comentamos esto el Rector y yo, porque él también trabajó mucho tiempo en la iniciativa privada, y por eso nos entendemos. Tenemos una visión de trabajar por resultados, y no a ver si se hace el trabajo.
¿Qué otras diferencias observa entre la empresa privada y el sector público?
En el sector privado o se vende o te vas, no hay con que no pude salir a vender porque estaba lloviendo, o porque no llegó fulanito a tal turno y ya no pudimos hacer nada. Yo en la pasteurizadora llegué a estar en la línea de llenado de canastillas, porque no llegó la gente, me ponía las botas y a rundar.
Yo sé trabajar, a mí que no me cuenten. Se cansa uno, pero hay que trabajar, y el trabajo en la Pasteurizadora era duro, y ahí pasé mis penurias.
¿Cuáles siente que sean sus satisfacciones mayores?
Formar parte de la planta docente de la FCA, yo salí de ahí cuando era Escuela de Comercio y Administración; haber terminado una maestría que también me dio herramientas para trabajar, y para mí es suficiente; yo no tengo formación para ser doctora o estar investigando; soy muy práctica.
Otra satisfacción es haber presidido durante cuatro años, el Colegio de Contadores Públicos de Durango; fui la primera mujer que lo hizo, y tuvieron que pasar unos 15 años para que llegara otra presidenta.
En lo laboral, ¿qué siente que ha aportado o que ha dado?
Creo que ejemplo de profesionalismo de dedicación y responsabilidad. Empecé a trabajar estando en el tercer año de la carrera en la Unión Ganadera, y lo curioso es que todos los trabajos que he tenido han sido por invitación, no los he buscado.
¿Se define como una amante de la música?
Desde siempre, desde que comencé a ganar mi primer sueldo compraba discos. Tengo de los de antes, de 45 y 33 revoluciones, que afortunadamente he encontrado en compact disc remasterizados. Mi colección se compone de más de 500 discos.
¿Su música preferida?
La de sinfónica, la música clásica, la ópera, y María Callas es mi cantante favorita.
¿Le gusta leer?
Mucho, también.
¿Libros de política, cuentos, novelas?
Novelas, pero no de esas ?rosas?, hay un género que se llama tecnothriller, pero leo de todo, y también he hecho una buena inversión en libros. También me gusta el cine, pero voy poco; me gusta caminar, corría mucho y corrí durante muchos años.
Me gusta mantenerme en forma, pero me operaron mis dos rodillas, tuve un accidente, me fracturé la cadera y ahora solamente camino y cuando se puede nadar, algo.
En amores, ¿cómo anda?
No, eso es un punto y aparte (ríe un poco nerviosa) Ése no... tranquilo.... eso no.
¿Eso no lo tocamos?
Yo nunca tuve ninguna cosa así de ahhhh.. me quiero casar; he tenido amigos....pero bien, en ese sentido bien.
¿Está realizada en lo amoroso?
Sí, absolutamente..... bien.
Lo que sabemos es que no es casada
Yo no soy... nunca quise tener ni un hijo; oportunidad sí, pero no.
¿Le ganó el trabajo, la docencia?
Todo... sí. Yo no me veía casada. ¡Ni lo mande Dios!, pero eso no quiere decir que no haya tenido amigos, ni mucho menos. Pero en este sentido, bien.
¿Le asustaba imaginarse casada?
Que si tengo que pedirle permiso a alguien, o avisarle que voy a algo, o pedir dinero. ¿Qué le pasa? ¿Verdad? No, se hace uno muy independiente.
¿Tiene hermanos?
Somos seis. Cuatro mujeres y dos hombres. De ellos tres casados, tengo diez sobrinos. Unos viven en la Ciudad de México y otros aquí. Soy la segunda de arriba para abajo.
¿Fue chivo brincado?
A sí, eso se decía: chivo brincado, chivo quedado. El primero que se casó fue mi hermano que seguía después de mí, y nos dejó a dos, los más grandes.
De los políticos, ¿quién le gusta para que sea presidente de México entre los que se mencionan?
Creo que se necesita una gente con mucha habilidad política, con un conocimiento profundo de las condiciones del país, de la necesidad de cambiar en muchas cosas para poder crecer; si no, ahí vamos a seguir con limitaciones de todo tipo. Creo que debería haber una gran apertura a cambios importantes que se requieren, de dejarnos ya de pleitos internos, que cómo desgastan.
Primero tendrá que verse por una unidad fuerte en el partido, para que pueda salir adelante el candidato ideal para ganar.
¿Se define como feminista?
No, para nada. Cuando se hablaba en aquellos años de que las mujeres exigíamos más posiciones políticas y cargos administrativos, y que querían una cuota del 30 por ciento, pero yo decía por qué no todo, si es cosa de poder y querer, en buena onda. Es decir, ¿por qué la tercera parte? ¿Por qué nos limitan en eso? No estoy de acuerdo que nos den una cuota, vamos a pelear por todo. Y esas feministas a ultranza a mí no me caen.
¿Se percibe todavía poca participación de la mujer, si ahí están los espacios?
No, lo que pasa es que no nos dejan, los hombres no nos dejan. En México, en Durango y concretamente en la Universidad, son machistas, sí son. Así que los espacios que se han ganado han sido con trabajo.
Por ser mujer, ¿votaría por una mujer?
Si es capaz, preparada, creo que sí.
¿Igual si es un hombre?
Claro que sí, no tiene que ver en el género, sino en la capacidad de la gente, quien quiera que sea, hombre o mujer. autoridad
¿La mujer batalla para escalar puestos?
Sí.
¿Hace falta más apertura para ellas?
Digo que sí, yo digo que sí ha aumentado, pero en posiciones más abajo de mandos medios. No tenemos más que dos secretarias en el actual gabinete estatal. Pero algún día veremos un gabinete mayoritariamente de mujeres.
¿Cómo ha visto la actuación del Gobierno Estatal?
Ahí va. Como siempre, hay circunstancias que no favorecen a que no lleve a cabo un proyecto, el tiempo, el dinero, especialmente éste limita todo. Pero, bueno, en la campaña del Gobernador había mucho entusiasmo y muchas ideas y proyectos para Durango, y ojalá que lo veamos al final de su sexenio.
¿Se debe atender algún problema en particular?
A mí me parece que es muy importante el asunto del empleo. Ojalá que se concreten algunos proyectos para abatir ese porcentaje importante de desempleo que hay en Durango.
¿Qué piensa que se requiere para detonar el asunto del empleo?
Cambios actitud de nosotros los duranguenses. Somos conchudos, somos conformistas. Si yo tuviera dinero como para invertir en algo, ¡hay que arriesgar!, y el que no arriesga no gana. Desafortunadamente, hay resistencia a invertir en proyectos de largo aliento.
¿A eso atribuye la llegada de inversión de fuera?
Claro, y lo vimos desde que se abrió Soriana. El gobernador de entonces, Alejandro Páez Urquidi, dijo: aquí quiero un centro comercial, y no, y los señores de la Soriana tuvieron que venir.
¿Es nuestra cultura?
Sí, somos pero bien apáticos. Decimos, a ver, ¿que lo haga otro?
¿Qué pasó con la General Motors?
A mí me tocó cuando estábamos en el gobierno de Ramírez Gamero; conocí el proyecto, sabía que se les ofrecieron terrenos, toda la urbanización, pero finalmente Durango estaba muy lejos. No teníamos la autopista a Torreón, ni una salida fácil al mar, sin ferrocarril, una carretera infame, y para ir al Golfo, igual, lejísimos.
Y eso influyó, se dijeron muchas cosas: que el Gobernador, que el papá del Gobernador.
¿Algo más?
Qué todavía me siento con energía para seguir apoyando algo. Me preguntó usted sobre alguna aportación que haya dejado o que esté dejando, y creo que es el ejemplo de trabajo.