Londres, (EFE).- Las mujeres a las que se les extirpan células precancerosas para prevenir el cáncer de útero mantienen el riesgo de desarrollar la enfermedad en los siguientes veinte años de vida, según un estudio publicado en el "British Medical Journal".
Es comúnmente aceptado que los programas preventivos de extirpación de células que se aplican en el Reino Unido y otras partes del mundo han conseguido reducir el número de afectadas por esa enfermedad, así como el de muertes causadas por la misma.
Sin embargo, el nuevo estudio indica que el riesgo de desarrollar la dolencia permanece alto durante las dos décadas posteriores a recibir el tratamiento.
El proceso de extirpación de células precancerosas es conocido como neoplasia intraepitelial cervical, o NIC.
Un equipo científico de la Universidad de Helsinki (Finlandia) examinó a siete mil 564 mujeres a las que se les había practicado un NIC entre 1974 y 2001, y siguieron su historial hasta el 2003.
Durante ese periodo de dos años, detectaron un total de 448 nuevos casos de cáncer -22 de ellos de cérvix-, 96 más de los que se esperaban en base a las estadísticas sobre incidencia de la enfermedad en la población femenina.
Los científicos concluyeron que las mujeres que se han sometido a un NIC tienen más riesgo de contraer cáncer en las dos décadas posteriores al tratamiento que el resto de sus congéneres.
Las conclusiones contrastan con otros estudios que parecían demostrar que el riesgo de cáncer se estabilizaba a los ocho años de tratarse.