México, (Notimex).- La antigua civilización egipcia podría ser ejemplo para las actuales sociedades, por haber cultivado la "tolerancia, el trabajo y el pacifismo" entre sus integrantes, afirmó la víspera Jorge Canseco Vincourt, especialista de la Sociedad Mexicana de Egiptología.
Entrevistado por Notimex después de ofrecer una conferencia en el Museo Nacional de Antropología (MNA), subrayó que la herencia que Egipto dejó "es un ejemplo de laboriosidad, de trabajo, de esfuerzo, de tolerancia y de pacifismo".
De acuerdo con el historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cultura faraónica no fue totalmente militar, que combatiera para conquistar y aumentar sus territorios sino, "en general, un país pacífico, que da un ejemplo: cuando el mundo oriental es cruel Egipto no lo es".
Resaltó que mientras otras naciones de Cercano Oriente como Mesopotamía "se fragmentaron pues permanecían en guerra constante", en cambio Egipto "tiene un largo desarrollo pacífico interno" que le permite ser una cultura poderosa.
Pero al mismo tiempo, implementó patrones de convivencia como el llamado de la "Paz egipcia", que intento expandir entre sus vecinos, añadió el especialista de la Sociedad Mexicana de Egiptología.
Además, añadió, las féminas y lo niños del Egipto antiguo tuvieron un rol muy importante, lo que se da "en ese mundo oriental, donde la mujer tiene un papel muy bajo, deleznable, además de que existió una unidad familiar muy fuerte".
Canseco Vincourt, quien se especializó en Egiptología en París, Francia, dijo que el modelo "humano" de la antigua civilización ha permitido que la admiración por ella perdure a pesar de los miles de años que han pasado desde que comenzó a desarrollarse.
Puntualizó que se trata de "una de las primeras altas culturas de la humanidad, de esas culturas de paso del neolítico a la época que se llama de la urbanización humana, que tiene fronteras naturales (río Nilo) que le facilitaron su desarrollo y que tiene una obsesión muy alta de la vida por las cosas espirituales, es un pueblo muy apegado a su faraón, a su gobierno".
Sin embargo, para el especialista, quien dio la conferencia "El faraón hombre y Dios" dentro del ciclo "Los faraones y el Sol", la cercanía con el Nilo no era suficiente para que Egipto alcanzará su progreso sino que fue "un pueblo laborioso que trabajo duro", lo que le llevó a superar a las culturas cercanas.
La enorme atracción que esta cultura despierta aún, precisó, se debió además, en gran medida, a lo esplendoroso de su arte, la monumentalidad de sus tumbas y "la brillantez" de sus ideas.
La civilización egipcia, dijo, es la primera de la historia en la que se piensa "que el destino del hombre en el más allá se va a definir por su conducta en este mundo no por lo que tienen", idea que surgió a partir del reinado de Osiris (dos mil años antes de nuestra era), y que ponía a "todos los hombres como iguales ante Dios".
Por lo tanto, consideró Jorge Canseco, "claro que Egipto podría ser un ejemplo para las naciones de la actualidad, sobre todo en el aspecto de la tolerancia, de convivencia, de bondad y de tratar de buscar el camino justo".
El ciclo de conferencias "Los faraones y el Sol", que se lleva a cabo en el Museo Nacional de Antropología con motivo de la exposición temporal "Faraón: el culto al Sol en el Antiguo Egipcio", que ahí se expone, concluirá el 29 de junio próximo con la ponencia "El culto y el mito del Sol", a cargo del especialista Félix Valdés Corral.
