Torreón, Coah.- Antonio Moreno, tercera base de los Diablos Rojos del México, Broncos de Reynosa e Indios de Ciudad Juárez en las décadas de los sesenta y setenta, transmite ahora las enseñanzas aprendidas en la Liga Mexicana de Beisbol a sus alumnos de la Universidad Iberoamericana de Torreón y de la Escuela Instruccional de Beisbol de La Laguna.
?Toño? Moreno, originario del Ejido Hormiguero, Coahuila, cumple hoy 65 años de edad, la mayoría de los cuales ha dedicado al beisbol, deporte que practicó a temprana edad, junto con su hermano Roberto Moreno, quien jugó en la pelota semiprofesional y apuntaba para el máximo circuito del beisbol mexicano, pero un fatal accidente automovilístico truncó su carrera.
Antonio Moreno contó que sus pininos en el beisbol los hizo en la Liga del Bajío con el equipo de Uruapan, Michoacán, en el año de 1962 al mando del manager lagunero Mario ?El Bombero? Flores, en esa novena también jugó su hermano Roberto, que fue quien lo llevó a ese club.
En invierno jugaba en la Liga del Noroeste con el representativo de Tuxpan, Nayarit, en donde trabajó a las órdenes de Ray Garza Gómez, quien fue designado manager del equipo Broncos de Reynosa cuando esta novena hizo su presentación en 1963 en la Liga Mexicana de Beisbol.
?Ese año tenía una oferta para jugar con Diablos Rojos del México, pero Ray Garza Gómez me llevó a los Broncos de Reynosa, cuya directiva mejoró la propuesta del equipo escarlata?, recordó Antonio Moreno.
En los Broncos jugó dos temporadas, 1963 y 1964, al lado del puertorriqueño Herminio Cortés, los laguneros Humberto ?El Pajarito? Guerrero y Gabriel Acosta, el yucateco William Berzunza, Domingo Carrasquel y Roberto Palafox.
?En 1965 se hizo una negociación entre Diablos Rojos del México para que Gonzalo Villalobos pasara a Broncos de Reynosa a cambio de un servidor, de esta manera llegué finalmente al equipo de la Ciudad de México?, apuntó el ahora instructor de la Universidad Iberoamericana de Torreón.
Con los escarlatas jugó otras dos temporadas, 1965 y 1966, al mando del manager Tomás ?El Sargento? Herrera, a quien reconoce como uno de sus grandes maestros, por la forma de trazar las estrategias para un juego, pues no en balde había estado en el ejército de los Estados Unidos.
Con los Diablos Rojos tuvo de compañeros al legendario Leonardo ?El Negro? Rodríguez, Ramón ?El Diablo? Montoya, Miguel Becerril Fernández, Miguel ?Pilo? Gaspar y William Berzunza, entre otros.
?En el staff de pitcheo había puros caballos: Ramón Arano, Alberto Joachín, Alfredo ?El Zurdo? Ortiz y Peláez?, citó de memoria.
Entre los jóvenes prospectos de los pingos en ese entonces mencionó a Ramón Hernández, Heriberto Ruelas, Abelardo Balderas, Felipe Leal y Carlos ?Boby? Treviño.
En 1968 se fue a jugar a la Liga del Sureste, en la cual militó en varios equipos, y regresó a la Liga Mexicana de Beisbol en 1973 con los Indios de Ciudad Juárez, comandados por Rigoberto Mendoza ese año y en 1974 por Benjamín ?Cananea? Reyes, con quien concluyó su carrera en el máximo circuito de la pelota nacional.
En la Liga Mayor de Beisbol de La Laguna inició su participación en 1965 con la Sección 74, que tenían de manager a José ?Zacatillo? Guerrero.
Posteriormente jugó con Matamoros, cuyo presidente era Rodolfo Ayup Sifuentes, y contaba con un excelente cuerpo de pitcheo, integrado por Alfredo Mariscal, Horacio ?El Ejote? Piña y Felipe Leal.
Sus dos últimos equipos en el máximo circuito de la pelota lagunera fueron San Pedro y Tlahualilo, con los cuales concluyó su carrera en 1977.
Hace cinco años se integró al equipo de instructores de la Universidad Iberoamericana de Torreón, junto con Raúl Valverde, con quien actualmente prepara al equipo de beisbol que participará en el XXII Encuentro Deportivo del Sistema Universitario Jesuita.
Los martes y jueves de cada semana asiste puntual a la Escuela Instruccional de Beisbol de La Laguna en el campamento del Ejido San Miguel, bajo la dirección de Raúl Héctor Parra Monsiváis.
Con humildad y desinteresadamente Antonio Moreno enseña a los jóvenes prospectos los secretos del beisbol, y les recomienda que para triunfar en el rey de los deportes se requiere disciplina y entrega diaria, sólo de esta manera podrán ser profesionales.
Antonio Moreno es un ejemplo para las nuevas generaciones, su trabajo de instructor lo realiza con gran responsabilidad y gusto, pues está consciente de que con ello regresa al beisbol algo de lo mucho que le dio en su época de pelotero profesional.
