París, (EFE).- La distinción en el Código Civil entre los hijos legítimos y naturales, que databa de 1804 en Francia aunque hace tiempo que no tenían implicaciones legales, desaparecerá en virtud de un decreto aprobado por el Gobierno.
El decreto "abandona las nociones de filiación legítima y natural que habían perdido toda dimensión jurídica y práctica desde que el legislador había consagrado la igualdad perfecta entre los hijos, cualquiera que sea su filiación", explicó el Gobierno en el comunicado publicado al término del Consejo de Ministros.
La diferencia respecto a la situación legal existente hasta ahora es que las madres no casadas ya no tendrán que reconocer expresamente al hijo después del nacimiento, sino que bastará con que su nombre figure en el acto de nacimiento, como ocurre con las casadas.
En cuanto al padre, se mantendrá la presunción de paternidad del marido, en caso de que la madre esté casada. Si no hay matrimonio, los padres deberán seguir reconociendo al hijo para que se pueda establecer el vínculo de filiación.
El decreto reduce el periodo durante el que se puede acudir a los tribunales por una cuestión de filiación a diez años después del nacimiento, en lugar de los 30 actuales. No obstante, para los hijos, esas acciones podrán reabrirse durante los diez años que sigan a la mayoría de edad.
El proyecto de ley reduce la complejidad en lo que se refiere a posibles contenciosos de filiación.
El pasado año, el 46 por ciento de los niños nacidos en Francia (350,000) fueron hijos "naturales" en la medida en que sus padres no estaban casados, cuando en la década de los 70 eran todavía menos del 10 por ciento.