Agencias
Nueva Orleans, EU.- En un discurso considerado como políticamente vital para su Gobierno tras las críticas recibidas por su respuesta ante el huracán Katrina, el presidente estadounidense George W. Bush buscó tranquilizar a sus conciudadanos.
Asimismo, anunció un proyecto de reconstrucción de la costa del golfo de México que, aseguró, será uno de los más grandes y onerosos en la historia mundial. “Haremos lo que sea, nos quedaremos el tiempo que sea necesario para ayudar a los ciudadanos a reconstruir sus comunidades y sus vidas”, dijo Bush en un discurso desde la plaza Jackson, en el centro histórico de Nueva Orleans.
La elaboración de cuidadosos planes para casos de emergencia es “una prioridad de seguridad nacional”, agregó.
Además, indicó que el Gobierno Federal asumirá la mayor parte de los costos, de unos dos mil millones de dólares o más.
“No hay forma de imaginar a Estados Unidos sin Nueva Orleans y esta gran ciudad resurgirá”, afirmó el presidente.
Los costos a que se refirió están relacionados con la infraestructura crítica, como carreteras, puentes, escuelas, alcantarillado y tuberías de agua potable.
Además el presidente declaró el estado de emergencia en 37 condados de Carolina del Norte para movilizar ayuda federal de urgencia por la amenaza del huracán Ofelia.
Tanto las palabras como el marco en que las dijo fueron vistos como un intento por recuperar la confianza de los estadounidenses en su liderazgo, puesto en duda por la tardía reacción del Gobierno Federal a lo que se considera oficialmente como el más dañino huracán en la historia de Estados Unidos.
Mientras tanto, el huracán Ofelia llevó ayer intensas lluvias y fuertes vientos por segundo día consecutivo a la costa estadounidense de Carolina del Norte, donde se mantiene el aviso de posibles inundaciones, aunque menores de lo previsto.
Aún así, sus residentes han respirado aliviados, pues el sistema cambió de dirección en el último momento, cuando iba a atacar el territorio de Carolina del Norte, y los meteorólogos prevén ahora que su ojo no toque tierra. El centro del sistema se encontraba ayer sobre el océano Atlántico, a unos 56 kilómetros del cabo de Hatteras, según el Centro Nacional de Huracanes de EU (CNH), con sede en Miami.
Se prevé que el huracán permanezca en las próximas horas frente a la costa, casi estacionario, con un ligero movimiento paralelo al litoral hacia el noreste, con lo que el ojo no tocaría tierra y se adentraría cada vez más en el mar.
Ofelia ha revivido los temores del devastador Katrina, que asoló los estados sureños del golfo de México y ha dejado a su paso al menos 711 muertos, según las últimas cifras oficiales.
Más de 80 mil viviendas particulares y negocios estaban sin electricidad ayer en Carolina del Norte. El gobernador del estado, Mike Easley, indicó en una rueda de prensa que ha habido inundaciones, pero la virulencia del huracán es menor que la temida inicialmente.
Aún así, se teme que la marea que está provocando pase por encima de las estrecha barrera de islas que protege a la bahía de Pamlico, aunque esto no ha ocurrido hasta ahora, según indicó Dorothy Toolan, la portavoz del condado de Dare.
Lo que es posible es que toda el agua que ha sido empujada a la bahía por el viento y a través de los huecos en la línea de islas costeras vuelva hacia el océano cuando cambie el viento e inunde las propias islas, explicó Toolan.
Uno de los lugares vulnerables es la isla de Hatters, donde se han registrado ráfagas de viento que alcanzaron los 150 kilómetros hora, y que continúa bajo una orden de evacuación obligatoria.