Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- Las relaciones entre el mundo cinematográfico y el de los videojuegos se están estrechando, abriendo un nuevo capítulo en la industria del espectáculo, consideran expertos del sector.
Los grandes estudios de Hollywood y los creadores de videojuegos anunciaron varios acuerdos para la realización de largometrajes sobre la base de juegos, entre ellos el violento Hitman y Alice, una adaptación de Lewis Carroll, estrenado en 2001 en las computadoras.
Por su parte, los estudios Fox y Universal están negociando con el gigante de la informática, Microsoft, la posibilidad de llevar al cine los personajes del exitoso videojuego de Xbox, Halo, mientras que se está produciendo una película del juego Doom.
A comienzos de 1980, las dos industrias establecieron sus primeras relaciones, adaptando videojuegos bajo franquicias a partir de películas, con ganancias diferenciadas.
?En 1982, el juego de E.T., extraído del filme de Steven Spielberg, fue un fracaso total?, recordó Daniel Morris, redactor en jefe de la publicación mensual especializada PC Gamer.
Millones de juegos Atari quedaron en depósito, contribuyendo al declive de una empresa que poseía el 80 por ciento del mercado.
Pero en sólo 30 años el volumen de negocios mundial de la industria de los videojuegos alcanzó 28 mil millones de dólares por año, y deberían duplicarse de aquí al 2008, superando al cine que mueve actualmente 45 mil millones.
?Los productores de Hollywood no dejaron de notar el volumen de negocios producido por el juego ?Halo 2? en sus dos primeros días de estreno el otoño pasado: 120 millones de dólares, un logro que ninguna película alcanzó en tan poco tiempo?, destacó Morris.
A su vez, el creador de La Guerra de las Galaxias, George Lucas, aumentó las ganancias de su grupo LucasArts con la producción de dos juegos derivados de la saga galáctica.
Sin embargo, la relación también funciona en el otro sentido ya que cada vez más juegos son llevados a la pantalla grande.
?Hollywood está siempre en búsqueda de nuevas fuentes de inspiración, ya sea en cuentos, series televisivas o ahora los videojuegos. Cuando existe una marca fuerte, es tentador hacer un filme?, explicó el analista Michael Gartenberg, de la sociedad Jupiter Research.
Pero una buena marca no es necesariamente sinónimo de una película exitosa, como lo demuestra el fracaso de uno de los primeros largometrajes adaptado de uno de los videojuegos más populares del mundo: Super Mario Bros., en 1993.
Al contrario, Mortal Kombat (1995) con Christopher Lambert y las dos películas de Tomb Raider (2001 y 2003), con la participación de Angelina Jolie, son excepciones a esta regla, aunque sus calidades artísticas pueden discutirse.
Pero para el periodista especialista en esta temática Chris Marlowe, del Hollywood Reporter, las relaciones entre el cine y los videojuegos estos 20 años demuestra los intentos de una alianza que podría revolucionar el paisaje de la industria del espectáculo.
?La primera razón es que los nuevos juegos, que se benefician de los últimos adelantos tecnológicos, emplean escenarios cada vez más profundos, que pueden ser adaptados al cine?, puntualizó.
Hay otro factor y es que ?aquellos que comenzaron a jugar al PlayStation cuando salió al mercado en 1995, ocupan hoy lugares de responsabilidad en Hollywood, y conocen el funcionamiento del mundo de los juegos?, continuó.
Ambas industrias ya convergen en la creación de efectos especiales. Los creativos trabajan con la misma calidad tanto en una como en otra, afirma Marlowe.
?Luego de un período inicial de desconfianza, un respeto mutuo se instaló, así como sucedió entre el cine y las tiras cómicas?, destacó.