Anuncia el presidente Aleksander Kwasniewski que su sucesor tendrá que encargarse del referéndum.
EFE
VARSOVIA, POLONIA.- Polonia se sumó ayer a los países que decidieron aplazar el plebiscito previsto para la ratificación de la Constitución de la Unión Europea tras el rechazo de las consultas en Francia y Holanda.
?Ante la situación que existe, en la que no hay claridad, consideramos que la celebración del referéndum el nueve de octubre, como pensábamos hacer, no es realista?, declaró ayer, el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski.
El jefe de Estado polaco anunció el aplazamiento del referéndum tras la reunión que celebró el llamado Grupo de Reflexión, integrado también por el primer ministro, Marek Belka, los presidentes de las dos cámaras del Parlamento y los jefes de los grupos parlamentarios de los partidos políticos.
?Pienso que el asunto del referéndum sigue siendo muy importante y por eso creo que tendrá que ocuparse de él mi sucesor?, dijo el presidente Kwasniewski, que en octubre concluye su segundo y último mandato constitucional.
Polonia fue un adversario firme y tenaz del Tratado constitucional que iba a reemplazar al actual Tratado de Niza que le asegura a Varsovia una posición más fuerte en la toma de decisiones en las reuniones de la Unión Europea.
No obstante, desde que ingresó en la UE, el primero de mayo de 2004, la posición de Varsovia fue cambiando pues Polonia no quiere ser vista como un país que genera problemas y se condena al aislamiento.
El primer año de pertenencia a la Unión Europea dio además resultados muy por encima de las previsiones más optimistas y, para grupos sociales como los campesinos, estos fueron sencillamente excelentes.
Polonia, desde la llegada hace algo más de un año del actual Gobierno, se ha esforzado por evitar actitudes hostiles que pudiesen perjudicar su posición en la UE.
Por eso decidió apoyar la Constitución, paso que los políticos pudieron dar con tanta más facilidad por cuanto el 57 por ciento de la población polaca declaraba su intención de votar ?Sí? en el referéndum.
El ?No? de los franceses y de los holandeses ha complicado la situación porque ese rechazo a la Constitución de la Unión Europea ha servido a muchos en los antiguos países miembros para cuestionar la conveniencia de la reciente gran ampliación de la comunidad.