Lima, (EFE).- Representantes de la Organización Mundial de Salud y entidades vinculadas a la salud infantil de ocho países de Latinoamérica solicitaron la aplicación de una serie de medidas, de bajo costo, que evitarían la muerte de cuatro millones de recién nacidos en todo el mundo anualmente.
El asesor del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Oswaldo Legón, explicó que cada año mueren sin que apenas sea noticia 500 mil niños menores de cinco años en América Latina y el Caribe.
Legón expuso la necesidad de implementar las 16 recomendaciones publicadas en varios artículos de la revista científica Lancet.
Entre las recomendaciones presentadas en Lima figuran la administración de ácido fólico a las gestantes, la inmunización de tétanos, la prevención de eclampsia y preclampsia (presión sanguínea irregular), el parto por cesárea cuando el bebé viene de pie, el alumbramiento en centros de salud y la lactancia materna.
Además, el tratamiento adecuado de la malaria, la supervisión en el trabajo de parto, la administración de antibiótico en la ruptura temprana de membranas, la prevención de la hipotermia y la detección de signos de neumonía en la comunidad.
Según cifras obtenidas por la revista Lancet, casi tres millones de los cuatro millones de bebés que mueren al año podrían salvarse con intervenciones de tecnología sencilla y bajo costo, como las referidas entre las recomendaciones.
El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)y de la Organización Mundial de Salud (OMS) en Perú, Manuel Peña, manifestó que la salud del niño y de la madre debe ser un imperativo moral y de salud pública, al mismo tiempo que una vía para promover la equidad social.
Peña dijo que los recién nacidos han sido "un grupo de edad descuidado", un "hiato donde la atención se interrumpe", a pesar de que la mortalidad infantil y materna afecta al 90 por ciento de países más pobres.
Por su parte, la ministra peruana de la Salud, Pilar Mazzetti, afirmó que Perú, como la mayoría de países de Latinoamérica, es una nación de ingresos medios que puede colaborar para invertir en salud.
"No tenemos todo lo que quisiéramos, pero lo poco que tenemos, tenemos que utilizarlo bien", agregó durante la presentación hecha en una reunión organizada conjuntamente con la OMS.
La cita de representantes gubernamentales y entidades civiles de Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana contó con la participación de la directora del departamento de salud de la niñez de la OMS, Elizabeth Mason, y del jefe de la unidad de salud de la niñez y adolescencia de la OPS, Yehuda Benguigui.
