EFE
México, DF.- El Senado de México aprobó ayer la Ley de Bioseguridad, que permite la creación, el desarrollo y la comercialización de productos transgénicos, aunque establece un régimen de protección especial para el maíz nacional.
El pleno del senado aprobó por 87 votos a favor, 16 en contra y seis abstenciones, el documento enviado por la Cámara de Diputados, que regula la producción de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) de acuerdo con el Protocolo de Cartagena, que para México entró en vigor el 11 de septiembre de 2003.
Dicho tratado estableció medidas de bioseguridad para los OGM, entre ellas que en las importaciones o exportaciones de granos para la alimentación animal o humana se tenga que incluir una advertencia de que pueden contener productos transgénicos.
Con la nueva Ley, se define y reglamenta el conocimiento y la conservación de los recursos genéticos, su etiquetado, la responsabilidad por los daños que puedan ocasionar a la salud, el medio ambiente o la sanidad animal, así como sus aspectos experimentales y comerciales.
En el caso del maíz, en donde México es uno de los países con mayor diversidad de especies, se estableció una limitación legal para evitar su degeneración al igual que la de otros cultivos de origen mexicano, que fija “un régimen de protección especial”, aunque no especifica cuál.
También se autoriza la importación de transgénicos destinados al consumo o al procesamiento para seres humanos, y para aplicaciones de salud pública o la biorremediación (cuando hay plagas o contaminantes que ponen en peligro a especies animales, vegetales o acuícolas).
El dictamen también precisa la competencia de la Secretaría de Agricultura en la creación, desarrollo, importación y exportación de microorganismos modificados (hongos, bacterias, protozoarios, virus y viroides, entre otros) que tengan fines productivos agropecuarios, acuícolas y fitozoosanitarios.
En uno de los artículos de la Ley se establece la obligación de fortalecer la investigación en materia de bioseguridad, para obtener “conocimientos suficientes” que permitan evaluar los posibles riesgos de los OGM.
Durante la discusión del dictamen, miembros de la organización ecologista Greenpeace protestaron en las afueras del Legislativo contra la aprobación de la Ley, por considerar que tendrá un impacto negativo en el medio ambiente y la salud de los mexicanos.
También consideran que una legislación tan permisiva como la aprobada causará una invasión de alimentos transgénicos en México.
Esta semana, un centenar de expertos expresó por carta su contundente rechazo a la iniciativa de Ley por encontrar en ella diversas contradicciones, como que trata de fomentar y regular la biotecnología o que en relación con el etiquetado no se ha incluido la necesidad de ponerlo cuando un producto sea destinado al consumo humano directo.