Un corto circuito, la probable causa del siniestro en la Ampliación Sacramento.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- ?Me quedé sin nada?, dice entre lamentos Ana Yazmín Macías Muñoz, de 23 años. La joven empleada, madre soltera, con dos hijos de cuatro y un año y medio respectivamente, es una de las cinco familias afectadas en el incendio de seis jacales, en la colonia Ampliación Sacramento.
?Estaba de visita con mi mamá, mi hijo corrió a decirme que salía humo de la casa, mi hermano se metió pero ya estaba toda la lumbre?, comenta Ana Yazmín, quien vivía en su jacal de cartón y madera desde hace cuatro años, y es trabajadora en la Central Camionera local.
Claudia Yahdira Hernández Castillo, de 22 años, madre soltera de un menor de dos años, acababa de salir de su jacal para buscar a su hijo, cuando se dio cuenta de la humareda. Al igual que sus vecinas, todas sus pertenencias terminaron en cenizas.
Víctima de una crisis nerviosa, Claudia fue atendida por personal de la Cruz Roja, al narrar los hechos, la joven todavía tenía los ojos vidriosos y hablaba con dificultad. La explosión de dos tanques de gas sembró el pánico entre los vecinos.
Los Bomberos recibieron la llamada de auxilio a las 12:52 horas. El fuego se presentó entre las calles La Luna y El Sol de la citada colonia. Un taller mecánico que colinda con todos los jacales también se vio afectado y desde ahí se hicieron algunas maniobras para sofocar el incendio.
El reporte preliminar de los hechos señala como causa probable del siniestro, un corto circuito, que es habitual en las casas de cartón y madera que tienen la energía eléctrica mediante ?diablitos? o al ?colgarse? directamente de los cables de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
?No fue la luz. Que quede bien claro?, asegura tajante Josefina Cervantes Martínez de 74 años, otra de las vecinas afectadas, y quien no descarta que el fuego pudo ser provocado, pero no mencionó el motivo y menos algún sospechoso.
Doña Josefina vive con su esposo Ezequiel Muñoz, los dos también perdieron todas sus escasas pertenencias y la mujer aprovechó para hacer un llamado a las autoridades y la comunidad, ?necesitamos ayuda, nos quedamos sin nada, en la vil calle?.
Berenice Astorga Vázquez, de 19 años, está preocupada, dice que su esposo ni se imagina la tragedia. Ricardo Roel Márquez, de 22 años, trabaja en una empresa marmolera y desde temprana hora salió de su casa.
En el jacal de Berenice, además de los objetos materiales acabaron calcinados sus dos perritos. El joven matrimonio no tiene hijos y sus mascotas gozaban de mucho afecto.
Los Bomberos de Torreón brindaron apoyo a sus colegas de Gómez Palacio, y por tres flancos trabajaron para sofocar el fuego que generaba una columna de humo, que se distinguía a tres kilómetros de distancia y emanaba a un costado de la Central Camioneta y en el Canal de Sacramento.
La Unidad de Protección Civil, a cargo de Alonso Vizcarra Gómez y agentes de la Dirección de Protección Ciudadana, se coordinaron para acordonar el área, evacuar a los vecinos cercanos, y cerrar otros cuatro tanques de gas que estaban en riesgo de estallar.
Desde el bulevar Rebollo Acosta y el Canal de Sacramento, agentes viales desviaban el tráfico para no exponer a la ciudadanía y dar margen a las maniobras de los cuerpos de rescate. El fuego fue controlado por completo a las 15:00 horas.
Fuego simultáneo.
A las 12:52 horas, los Bomberos de Gómez Palacio recibieron otro llamado de auxilio. Dos palmas ubicadas en medio de una manzana de la zona centro estaban ardiendo. Los vecinos evacuaron sus casas; señalan como responsable al dueño de un taller de herrería que con frecuencia quema basura.
Sobre la calle Mártires, entre las avenidas Francisco I. Madero y Allende, en la máquina numero Siete, los Bomberos entraron por la casa marcada con el número 445. En el patio estaban las palmas que con el ligero viento reavivaban sus llamas.
Inés Ibarra, vecina del lugar, estaba muy molesta por el incendio, ya que desde su punto de vista fue provocado y hubo negligencia al quemar basura en el patio del taller que tiene su entrada por la avenida Madero.
Los demás vecinos se quejaron porque con frecuencia se quema basura y el humo entra a sus casas por sus patios, pero en esta ocasión, el fuego agravó la situación y esperan que las autoridades impongan alguna sanción al presunto responsable del incendio.
Después de dos horas, los Bomberos lograron sofocar por completo las llamas y regresaron a la central para elaborar su reporte y dar aviso a sus superiores, sobre las circunstancias en que ocurrió el siniestro.
Se salva de las llamas.
TORREÓN, COAH.- Al estar jugando con una caja de cerillos, menor de edad, accidentalmente prendió fuego a la colcha de su cama, provocando que las llamas se extendieran rápidamente en la habitación donde se hallaba, pero la oportuna intervención de los Bomberos, evitó que el ígneo elemento se propagara en toda la vivienda de la colonia Ferrocarrilera.
El incidente se registró poco antes de las 10:30 horas cuando un menor de edad, se hallaba en el interior de su habitación, jugando con una caja de cerillos.
Por accidente, uno de los cerillos cayó sobre la colcha de la cama, haciendo que las llamas comenzaran a propagarse por la misma, alcanzando muy rápido el colchón, ante la mirada atónita y asustada del pequeño.
El humo que salía de la recámara, así como los gritos del niño, alertaron al padre, Fernando González, que al ver las llamas que invadían el interior, dio aviso al Servicio de Emergencias 060, para que reportaran lo anterior a Bomberos que de inmediato salieron hasta el domicilio ubicado en calle Maple No. 24 entre privada Roble y Tulipanes de la colonia Ferrocarrilera.
Fue la máquina 13 de Central Colón, con sus respectivos elementos, la que acudió a sofocar el siniestro, recibiendo el aviso a las 10:29 horas, quienes de inmediato se abocaron a sofocar las llamas que amenazaban con extenderse hacia las otras habitaciones.
En pocos minutos lograron controlar el incendio que causó sólo daños materiales, ya que se consumió el colchón, la colcha, dos mesas de noche, así como un televisor, un teléfono, ropa diversa y juguetes. También resintió daños el yeso del techo y un cristal de la ventana se rompió por el intenso calor.
Salvo el tremendo susto, el niño no sufrió ningún daño, por lo que no hubo necesidad de la presencia de la Cruz Roja. Los ?tragahumo? regresaron al cuartel a las 11:17 horas, una vez que se cercioraron que el fuego no podría reavivarse.