Agencias
MÉXICO, DF.- Andrés Manuel López Obrador criticó la postura asumida por Luis Carlos Ugalde, presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), a su propuesta de destinar el diez por ciento del presupuesto electoral de 2006 para las entidades afectadas por el huracán Stan.
El aspirante presidencial perredista dijo que por qué no se hace un ahorro en instituciones como el IFE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
?¿Por qué en el IFE y en el Tribunal Electoral, por qué no ahí se hace un ahorro. ¿Saben cuánto gana el director del IFE? Ese señor que dijo que los partidos hicieran lo que quisieran y que ellos no se metían, gana 200 mil pesos mensuales?.
?¿Qué le afecta si se le reduce a cada consejero el diez por ciento, se quedarían con 180 mil, no es nada?, subrayó.
Ante unas mil 500 personas reunidas en la plaza de Teziutlán, Puebla, el tabasqueño dijo que los funcionarios que ganan esos sueldos se vayan preparando porque si llega a la Presidencia de la República no podrán cobrar esas cantidades.
Estatutos internos
Por su parte, la máxima autoridad electoral advirtió que la entrega de dinero para los damnificados está limitada a lo que digan los estatutos de cada partido político.
El consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), Marco Antonio Gómez, dijo que si los estatutos de los partidos señalan que se pueden hacer donaciones o aportaciones, no hay ningún problema.
En ese caso, sin embargo, los partidos no podrían hacer la donación de parte de su presupuesto directamente a los damnificados por el huracán Stan, sino a través de una institución que les dé una factura que ampare la entrega de esos recursos.
?Todo egreso de un partido tiene que estar sustentado en una factura... entonces, ese diez por ciento tendría que ser destinado a una institución que emita un recibo con requisitos fiscales, y no podría hacerse de forma directa a los afectados?, añadió Gómez.
Dijo que además de contravenir sus obligaciones ante el IFE, una entrega de dinero directa a los damnificados podría interpretarse como un uso electoral de recursos.
