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México, DF.- El escritor y guionista Guillermo Arriaga consideró como una obligación de los cineastas ?seducir a la sociedad?, a fin de que ésta asista a las salas de exhibición y vuelva a ser posible la creación de una industria para la cinematografía mexicana.
Al participar en la cuarta sesión de los ?Diálogos en torno a la excepción cultural?, organizados por la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Arriaga, guionista de Amores Perros, indicó que ya debe romperse ?la inercia de creer que el Estado nos tiene que resolver todos los problemas y trabajar los suficientemente inteligente? para que productores y público se acerquen a sus productos fílmicos.
Para Arriaga, ganador del premio al Mejor Guión en un Festival de Cine de Cannes, existen formas en que el Estado puede facilitar la creación cinematográfica a través de incentivos fiscales (como lo reciben 18 ramos económicos del país) o del fomento y la promoción de cualquier película de manufactura nacional, por medio de organismos, como el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
?Me parece correcto que el Estado invierta en determinado tipo de películas y me parece sano lo que está haciendo el Imcine, lo que me parecería un gravísimo error es lo que pasó en años anteriores en que el Estado se convirtió en el único productor, eso mata cualquier industria?, puntualizó.
El también creador de los guiones 21 Gramos y Los Tres Entierros de Melquiades Estrada, aseveró que en México ?ya tenemos una cinematografía importante? que requiere crear una industria que la sostenga, pues ésta puede ?convertirse en una gran promotora? del país.
Carismático y amable, Arriaga comparó la producción fílmica de este país con ?un jugador de beisbol flaquito, que cada que agarra el bat pega un home run, el promedio de bateo del cine mexicano es muy alto? y se ha reflejado en películas como Y tu Mamá También, Japón o el Crimen del Padre Amaro.
Arriaga, quien dedica diariamente todas sus noches a escribir (de diez de la noche a seis de la mañana) comentó que detrás de cada película mexicana ?ve la posibilidad de ingresar en el mundo una serie de productos que dan idea de lo que es este país?, por lo que el cine de México debe contar para las autoridades.
Para Arriaga, reconocer el cine de este país no significa ?convertirse en devotos de él?, por el simple hecho de ser mexicano, sino por su calidad.
?Nada me entristecería más que la idea de que fueran a ver una película mía porque es mexicana, quien vaya a ver una película mía es porque es buena, mexicana o no y punto?, adujo.
Para que la cinematografía de México sea sana consideró que los productores ?deberían recuperar por lo menos el 75 por cierto de su inversión en la taquilla?.
En México, ?el productor se lleva alrededor del 18 al 20 por ciento de taquilla, lo que significa que si invierte dos millones de dólares tiene que meter diez millones de dólares en taquilla para recuperar lo invertido, sano será que con cuatro millones de espectadores se recupere?, apuntó finalmente Arriaga.
