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LA HABANA, cuba.- El abogado estadounidense Thomas B. Wilner, defensor de una docena de presos de la Base Naval de Guantánamo, aseguró que sus representados sufrieron “torturas desenfrenadas” a manos de los militares norteamericanos.
“Cada uno de mis clientes ha sido severamente golpeado, han utilizado perros para atemorizarlos y los han puesto en posición forzadas para torturarlos. Uno de ellos, Saad al Azmi fue víctima de hostigamiento sexual”, dijo Wilner, consultor de la firma de abogados Shearman And Sterling con sede en Washington D.C., en una entrevista al periódico Juventud Rebelde.
El abogado acusó al presidente George W. Bush de estimular la “cultura de la ilegalidad”, pues en Guantánamo se alojan unas 500 personas calificadas de terroristas pero sin haber pasado por un tribunal.
Según el defensor, varios de sus representados le mencionaron haber confesado una militancia talibana con tal no pasar de nuevo por las torturas.
Pese a denuncias de organismos internacionales y algunos testimonios, Bush sostuvo que los prisioneros no eran vejados en Guantánamo, un territorio ocupado por militares norteamericanos al oriente de Cuba.
“Los Estados Unidos llevaron a los presos a Guantánamo precisamente para evadir la Ley”, opinó Wilner.
Un caso especialmente mencionado por el abogado fue el del kuwaiti Fawzi al Odadah, un maestro del Corán de 27 años vendido por una tribu pakistaní a los estadounidenses por cinco mil dólares.
Los presos son el centro de una disputa entre la Corte Suprema de Estados Unidos, la cual sostiene el derecho de oír su caso ante un tribunal, y la negativa de Washington a poner a disposición del poder judicial, alegando que se trata de “combatientes enemigos” albergados afuera del país.
Cuba rechaza la presencia de la base naval norteamericana en su territorio y denunció las torturas que se aplican a los presos.
Recientemente Wilner presentó un recurso a nombre de al Odadah con la solicitud de que se le retiren los tubos con los cuales se lo alimenta de manera obligatoria, pues se resiste a recibir comida.
“El me ha dicho y repito sus palabras textuales: ‘la justicia americana es una farsa. Soy inocente. Mientras no me den la libertad no comeré”’, manifestó el abogado.
Hasta ahora la solicitud de su defendido de morir en Guantánamo en protesta no fue autorizada por un tribunal, destacó Wilner.
Compañero de Bush en la Universidad de Yale, el abogado no tiene la mejor opinión del mandatario a quien recordó como un joven sin la menor inquietud intelectual y que ni siquiera leía los periódicos.
“Pienso que él ha empeorado. La manera en que ha manejado las relaciones internacionales y nacionales de los Estados Unidos refleja... la ausencia de una habilidad para comprender temas complejos”, manifestó.