EL SIGLO DE TORREÓN
SALTILLO, COAH.- Los gobiernos estatal y federal, así como la sociedad de Saltillo no quieren aceptar que la ciudad se ha convertido desde hace meses en parte activa y permanente del fenómeno migratorio de indocumentados centroamericanos que pretenden llegar a Estados Unidos a través de Texas.
Lo anterior lo advirtió el sacerdote católico Pedro Pantoja Arraiga, coordinador de la Casa del Migrante Belén, donde se refugian cientos de ciudadanos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Belice y de otros países latinos, antes de seguir su trayecto hacia el norte.
El también coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Saltillo discrepó de las autoridades que han atribuido el incremento de migrantes por ciudades de Coahuila como Saltillo, Torreón, Acuña y Piedras Negras, a las medidas antiinmigrantes a cargo de ciudadanos y autoridades de Arizona y California.
Aseguró que por lo menos desde hace cuatro meses, es decir, antes de que grupos de estadounidenses se organizaran como ?cazailegales?, la capital de Coahuila ?se convirtió en parte del fenómeno? social de la migración. ?Es una ruta estratégica?, dijo.
Lo que sucede ?añadió- ?es que no quieren asumir esta realidad, no están abiertos a aceptarlo, ni el Gobierno del estado, ni las autoridades federales y tampoco la sociedad?.
Entrevistado vía telefónica, pues desde hace dos días se encuentra fuera de la ciudad, Pantoja Arraiga advirtió que tanto el Instituto Nacional de Migración como el Gobierno de Coahuila ?lo único que buscan con todo esto es generar distractores y atribuir el fenómeno a la situación que se presenta en Arizona y California?.
?Que no nos distraigan con Arizona y California, Saltillo ya se convirtió en parte del fenómeno social de la migración?, insistió el religioso.
