Berlín, (EFE).- Una mujer de 21 años y su pareja fueron detenidos en Alemania como presuntos autores materiales de la muerte de un bebé de siete meses que fue sumergido en una bañera con agua hirviendo porque no dejaba de llorar.
El hombre, de 28 años, reconoció haber dado un baño de agua caliente al pequeño Justin para acallar sus llantos. El bebé murió al día siguiente como consecuencia de quemaduras en el 35 por ciento de su cuerpo, según comunicó la policía de Bochum (oeste de Alemania).
La madre, de 21 años, explicó que ella no se encontraba en la estancia mientras su novio bañaba al bebé.
La pareja dejó aún sufrir al bebé todo un día, después trataron de calmarle los dolores con una pomada y finalmente avisaron a un médico de urgencias, que cuando llegó a la casa sólo pudo certificar la muerte del pequeño.
El individuo ya había maltratado anteriormente al bebé y el pasado mayo le rompió una pierna.
Tanto la madre como su compañero sentimental están sin trabajo y se encontraban bajo tutela de las autoridades de protección de menores debido a los malos tratos al bebé.