Pekín, (EFE).- Un hombre que asesinó a su mujer durante una pelea y después la mantuvo tres años escondida en el frigorífico de su casa ha sido condenado a muerte, con suspensión de pena, informó la prensa local.
Zhao Qingsong explicó al Tribunal Popular Número dos de Pekín cómo estranguló a su mujer durante una pelea en 2001, al sospechar que ella tenía una aventura con otro hombre, según el diario "Beijing News".
Cuando se dio cuenta de que la había matado, escondió su cuerpo en una nevera y, durante tres años, encendió diariamente varillas de incienso en su honor.
Cambió de residencia tres veces, pero siempre se llevó la nevera con él, ya que "quiero llevarla conmigo, donde quiera que voy", reconoció, llorando, ante el tribunal.
En tres ocasiones la sacó de la nevera para limpiarla, hasta que un día, su casero, abrió el frigorífico sin consultarle, y encontró el cadáver.
Zhao consiguió esconder el cuerpo a su hijo diciéndole que la madre había muerto en un accidente de coche, e incluso convenció a sus suegros de que su hija "había desaparecido".
El tribunal condenó a Zhao a pena de muerte, pero suspendió la ejecución, según la noticia, que no reveló la duración de la sentencia de cárcel que deberá cumplir.
Es habitual en China que, si un progenitor asesina a otro, las autoridades conmutan la pena capital por cadena perpetua (que luego puede reducirse por buena conducta a diez o quince años), cuando sobreviven hijos pequeños.
