Raúl Cubas encabezó la comitiva familiar, visiblemente acongojado después de que su hija fue desenterrada de una fosa del interior de una vivienda al sur de Asunción.
Asunción, (EFE).- La familia de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas secuestrada hace casi cinco meses, vela hoy su cadáver, hallado en una casa de las afueras de Asunción, en medio de dudas sobre la gestión policial del caso.
Cientos de amigos, líderes políticos, miembros de la Iglesia Católica y ciudadanos se turnaron durante la mañana en los salones del Memorial, un local de velatorios de esta capital donde son velados los restos de Cecilia, que serán inhumados mañana, viernes.
El padre de la víctima encabezó la comitiva familiar, visiblemente acongojado y agotado tras la jornada del miércoles, cuando los restos de la joven fueron desenterrados de una fosa del interior de una vivienda en un barrio de Ñemby, al sur de Asunción, allanada por la Fiscalía y la Policía.
Raúl Cubas, que gobernó este país entre agosto de 1998 y marzo de 1999, cuando renunció en medio de una revuelta popular, ha guardado escrupuloso silencio desde que acudió al lugar tras el anuncio del hallazgo del cadáver de una mujer en la casa allanada.
El cuerpo de Cecilia, de 32 años y secuestrada el 21 de setiembre de 2004, fue encontrado a tres metros bajo tierra, en una fosa que conecta con un túnel construido por sus captores en el patio de una vivienda de muros elevados y de modesta construcción.
"Posiblemente el destino de Cecilia estaba ya marcado", afirmó el fiscal general del Estado, Oscar Latorre, en una rueda de prensa en la que explicó que la víctima falleció por asfixia pero no presentaba rastros visibles de violencia.
El fiscal, en base al informe forense preliminar, dijo que su muerte se produjo entre 30 y 60 días antes, lapso en que proseguía la investigación con el afán de rescatarla, pese a que su familia ya había desembolsado a mediados de noviembre pasado entre 300.000 y 800.000 dólares por su liberación.
La actuación de las autoridades se vio salpicada por unas expresiones del intendente (alcalde) de Ñemby, Blas Lanzoni, en las que informó de que el ex jefe policial Merardo Palacios ya había advertido de movimientos sospechosos en esa casa en diciembre.
Palacios, que en horas de la madrugada declaró ante la Fiscalía sobre ese hecho, explicó hoy que en diciembre fue convocado por Lanzoni para ser informado de una denuncia "de entrada y salida de vehículos" en la casa.
"Me asignaron un suboficial que había sacado fotos y filmado (la vivienda). Se hizo el levantamiento y hasta ahí fue mi servicio", explicó Palacios, quien adujo que después ya no supo nada porque fue trasladado a otro destino.
El asesinato de Cecilia, cuyo caso mantuvo en vilo a casi todo el país, motivó la repulsa general y un severo mensaje del jefe de Estado, Nicanor Duarte, contra los delincuentes "disfrazados de activistas políticos".
"Estamos desenmascarando una banda de criminales que venia operando bajo el ropaje de la política, pero ya no engañan a nadie con su acostumbrada mentira y cinismo, ya los paraguayos sabemos quiénes son, cuales son sus métodos y qué se proponen", dijo Duarte en su comunicado a la nación.
El desenlace se produjo dos días después de que la Fiscalía vinculara a Osmar Martínez, de un sector disidente del minoritario partido de izquierda Patria Libre, con Rodrigo Granda, conocido como el canciller de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), detenido el 14 de diciembre pasado.
Martínez, principal sospechoso del secuestro y detenido en enero pasado junto a varios militantes de esa organización, mantuvo cruces de correo electrónico con Granda para pedir asesoramiento en las negociaciones con la familia, según la Fiscalía.
La imputación a miembros de esa organización, que ya se ha visto involucrada en un hecho delictivo entre 2000 y 2001 cuando dos de sus dirigentes, ahora refugiados en Brasil, fueron procesados en un caso de secuestro, ha motivado que algunos sugirieran incluso la ilegalización del partido.
El ministro de la Corte Suprema Víctor Nuñez afirmó al respecto que "eso tiene que decidirse en el ámbito de la Justicia Electoral. Es posible cuando hay causales para que se proscriba, cuando se desvía de la finalidad de un partido político".
