La víctima aparentemente padecía de esquizofrenia
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Daniel Medina González, de 44 años, vivía solo en una casa a medio construir. El hombre aparentemente padecía de esquizofrenia. La madrugada del jueves destrozó los vidrios de la camioneta de su vecino, la acción fue ?la gota que derramó el vaso?. El dueño del vehículo, su padre y dos personas más ?entre ellos un ministerial de Gómez Palacio?, fueron detenidos para investigación, por el homicidio de Daniel.
En la avenida Cuarta de la colonia Rincón del Bosque, dentro de un lote baldío ubicado a un costado de la finca marcada con el número 635, entre las calles Granados y Fresnos, quedó el cuerpo sin vida de Daniel, conocido en su barrio como ?El Dany?. La colonia se ubica atrás del parque Las Américas.
El reporte preliminar de la Policía Ministerial señala que el finado tenía tres heridas punzo penetrantes en el maxilar izquierdo y una herida penetrante en la clavícula izquierda. Agentes de la Policía Preventiva aseguraron un arma de fuego. En la agencia del Ministerio Público aparecieron dos pistolas. Existe la presunción de que el occiso recibió un disparo.
Una riña se reportó a las 4:34 horas, al teléfono de emergencias del 060, la unidad 35386 arribó al lugar, la avenida Quinta, lote siete, manzana 28. La patrulla se atascó en la esquina con la calle Fresnos, los agentes descendieron y dieron con el lugar donde estaba ?El Dany? caído. El primer reporte señala la detención de tres personas y después se dio a conocer que fueron cuatro los detenidos.
Rubén Torres Gutiérrez, de 27 años, Rubén Torres Rodríguez, de 57 años, Abraham Contreras Enríquez, de 19 años, los tres con domicilio en la calle Aztecas 327, de la colonia Las Carolinas; y William Ramos de la Cruz, de 32 años, vecino de la colonia Valle de Chapala de Gómez Palacio, fueron detenidos por los preventivos y puestos a disposición del Ministerio Público (MP).
Las primeras pesquisas indicaron que Torres Gutiérrez es el dueño de una camioneta que fue dañada por ?El Dany?. Ramos de la Cruz fue señalado extraoficialmente como un agente activo de la Policía Ministerial de Durango, y se dice que es cuñado y yerno de los consanguíneos también detenidos.
En su reporte oficial, los elementos de Seguridad Pública indican el aseguramiento de un arma de fuego tipo escuadra, calibre nueve milímetros, marca Browning, con cargador y abastecida de 13 tiros hábiles ?carga completa? que portaba William. En el área de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se presentó una segunda arma, presuntamente la asignada de cargo al ministerial de Durango.
Afuera del edificio de la PGJE, en la calle Zaragoza, se encontraba con todos los vidrios destrozados, una camioneta tipo Trooper, marca Izuzu, modelo 83, color azul con dorado, de procedencia extranjera, misma que fue dañada por ?El Dany? con un tubo de acero. La acción fue el detonante de una confrontación que acabó en el citado homicidio.
Hasta las 17:00 horas, todavía no se tenía el dictamen de la necropsia aplicada al cuerpo de la víctima, por lo cual se desconocían con precisión las causas de la muerte y el tipo de lesiones sufridas. También se informó que los detenidos fueron sometidos a pruebas de radiosonato, que serán reveladas a la brevedad, para saber si alguno de ellos hizo un disparo recientemente.
HOMBRE INCIERTO
Vecinos de la colonia Rincón del Bosque, señalaron que ?El Dany? era un vecino problemático, que tenía ataques de ira y cambiaba su conducta de forma inesperada. También mencionaron que el hombre agredía con frecuencia a su familia, incluso a su madre, a quien agarraba a pedradas.
Un testigo de los hechos, que asegura sólo escuchó pero no vio nada, y que pidió no mencionar su nombre, corroboró la desequilibrada conducta del finado, quien constantemente insultaba y agredía a sus vecinos inmediatos, la familia Torres.
De oficio ?botero? ?albañil encargado de vaciar mezcla en construcciones?, Daniel Medina tuvo cinco hijos, los cuales a la fecha todos son casados. Días antes de su muerte, el hombre estaba viviendo solo en casa, su madre y un hermano se fueron a un rancho.
ÚLTIMA CENA
Horas antes de su muerte, ?El Dany? fue a cenar con un amigo cercano a su casa, del lugar se retiró entre las 12:30 y 1:00 horas del jueves 29 de septiembre. En la colonia que tiene sólo tres calles pavimentadas y cinco avenidas en terracería, reinaba el silencio.
Sin precisar la hora, el testigo, que estaba dormido, asegura que se escucharon fuertes golpes, en la calle ?alguien? estaba destrozando los vidrios de un vehículo. El testigo prefirió no asomarse, de ahí que sólo escuchara los hechos. Minutos más tarde, ?El Dany? volvió a la calle y se sentó en una piedra que está junto a la casa y la camioneta que había sufrido los destrozos.
En la calle había confusión, ?agárrenlo, agárrenlo?, repetía una voz, después se escucharon pisadas; ?El Dany? era seguido por unas personas, entró a su casa que sólo tiene techo en los cuartos del fondo y en uno de ellos hay una puerta verde claro que conduce a un lote baldío que permite el acceso a la calle Fresnos. Ésa fue la ruta de huída.
LOTE BALDÍO
Un cordón amarillo delimita el terreno baldío donde quedó el cuerpo de Daniel Medina. El lote tiene tres paredes levantadas y en un castillo hay una cruz de madera de casi un metro. Las hierbas crecidas no permiten percibir el lugar exacto donde terminó la vida del hombre.
Fue en el mismo terreno, donde socorristas de la Cruz Roja de la unidad 282, revisaron los signos vitales de ?El Dany? e informaron a los policías que resguardaban el lugar de su defunción. De inmediato se dio avisó a la PGJE.
Un cuchillo largo, con manchas de sangre, un paliacate rojo con vivos amarillos también ensangrentado, y un encendedor, fueron recabados de la escena del crimen por personal de Servicios Periciales de la PGJE. Las dos pistolas también quedaron a su disposición para someterlas a pruebas de balística.
El reporte de la guardia de la Policía Ministerial de Torreón, indica que ?un vecino y dos sujetos?, perseguían al hombre que dañó la camioneta Izuzu, y que ?al parecer, la unidad 35386 de Seguridad Pública, realizó la detención de tres personas?.
Será dentro de las primeras 48 horas posteriores al crimen, cuando Liliana López de la Cruz, agente del MP, se dará a la tarea de recabar las pruebas y exámenes necesarios, para deslindar responsabilidades en el homicidio y hacer la consignación correspondiente del caso.
?No disparé?
William Ramos de la Cruz, de 32 años, agente de la Policía Ministerial de Durango, adscrito a la Unidad Mixta de Atención al ?Narcomenudeo?, de la Subprocuraduría de Justicia del Estado, con sede en Cd. Lerdo, dijo que no participó en el crimen de Daniel Medina González, de 44 años.
Abordado dentro de una reducida oficina que hace las funciones de bodega, en la coordinación de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), delegación Laguna uno, el agente con dos años de antigüedad en la corporación, señaló que sólo respondía al llamado de un amigo.
?Si te dicen por teléfono que hay problemas, pues vas a ver en qué puedes ayudar?, comentó el agente estatal que dice, fue detenido por policías preventivos que llegaron a la escena del crimen, después que él y cuando ya se había detenido a los tres probables responsables.
?No hice ningún disparo, es más, desde diciembre que no uso el arma?, aseguró William Ramos, a quien se le cuestionó sobre su probable participación, y que podría resultar positivo a la prueba de radiosonato, que se hace para saber si hay residuos de pólvora en la mano y brazo de los implicados en el crimen.
La pistola de cargo del ministerial, también fue asegurada al momento de su detención, pero en el reporte de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), sólo aparece una pistola marca Browning decomisada, y señalada como la que probablemente se accionó para dar muerte a Daniel.
Calificado por sus compañeros de trabajo como un elemento serio, centrado, honesto, William reconoció que se molestó cuando fue presentado a los medios de comunicación, pero señaló que espera se tome su declaración para que se deslinden responsabilidades lo más pronto posible.