A sus 15 años, ?El Gómez? ya registra en su expediente robo de vehículos y venta de cocaína
El Siglo de Durango
?¡Quiero estar con mis papás!?, exclama ?El Gómez?, quien permanece interno en el Centro de Centro Observación y Orientación para Menores Infractores (COOMI) por dedicarse a sus 15 años de edad al robo de vehículos y venta de cocaína para poder comprar ?cristal? para su consumo.
Al igual que él, 29 menores de edad permanecen internados por diversos delitos, como robos, narcomenudeo, entre otros. Desde hace nueve meses se encuentra en el Centro, aunque ya está listo para abandonarlo en el mes de diciembre del presente año.
A su corta edad, el robo de cuatro vehículos, una casa-habitación, así como la venta de cocaína lo mantienen en el COOMI.
Primero inició consumiendo marihuana, después con cocaína, y a los 14 años fue su primera ?ahumada?, como lo llama, ?un amigo me invitó?.
Este amigo posteriormente lo atrajo para que vendiera cocaína, a cambio del ?cristal?; pero ? él mismo me puso en la cruz, como ya no estaba con él, me veía robando y con mejores ropas, pero me puso dedo el camarada?, expresó.
Vivía con sus padres, pero siempre andaba con sus amigos ?y de repente me daba mis toques y ya no regresaba, me decían que no me juntara con los amigos que tenía, iba a estar en la cárcel, no les creía, pero ahora estoy aquí?.
?El Gómez? mencionó que al robarse los carros por cada uno le daban hasta cinco mil pesos al venderlo con un conocido, pero se los gastaba al irse a ?cotorrear, en ?cristal?, de lo demás ya ni me acuerdo porque se me borró el caset?.
El menor fue detenido junto con otros dos amigos, de 16 y 18 años, quienes fueron trasladados al Cereso de Gómez Palacio, ?yo dije que tenía 16 años para estar los tres juntos en el mismo lugar?.
Sin embargo, su madre presentó su acta de nacimiento, por lo que posteriormente lo trasladaron al lugar donde ahora se encuentra.
Al llegar al COOMI, ?El Gómez? se sentía desesperado por no tener el humo, sólo reñía a golpes con sus compañeros porque a decir de él ?soy rebelde y no me gustaba que nadie me dijera nada?.
Sin embargo, ahora, en la espera de su libertad, dice que ha recibido el apoyo psicológico de la institución, así como medicamentos para controlarse y no padecer el síndrome de la abstinencia.
Manifiesta que sólo sus padres lo visitan cada mes, pues tienen que trabajar; sus otros compañeros quedaron internados en el Cereso, los demás se han marchado, ?tenía mi ?clica? ?Los LOBOS XV?, pero ya todos se desafanaron, se escondieron de la patrulla, pero nunca me han visitado?.
En su estancia en el Centro, ha emprendido sus estudios de secundaria; ?soy el que saca mejores calificaciones, por eso quiero ser diseñador gráfico, pero está muy difícil, aunque las metas se pueden alcanzar?, comentó.
Al obtener su libertad se integrará a la sociedad, ?como si nada hubiera pasado?, se irá a trabajar a un taller mecánico de su tío, ?porque ya cambié y no buscaré a mi ?clica? ?, finalizó.
Índices de drogadicción
Actualmente el Centro de Observación y Orientación de Menores Infractores (COOMI) mantiene internos a 29 varones y una mujer, de los cuales el 80 por ciento llegan con altos índices de consumo de drogas, manifestó Gabriela Avelar Villegas, directora de la dependencia.
Debido a esto, el personal de Psiquiatría determina el suministro de medicamento controlado para evitar el síndrome de la abstinencia; al dar resultados se va disminuyendo hasta evitarlos, conforme van evolucionando los menores.
Durante los festejos del 69 aniversario de creación del Centro, la Directora señaló que al llegar al Centro los menores están recibiendo atención médica, psicológica, alimentos, educación primaria o secundaria, así como talleres de manualidades, música y dibujo para su esparcimiento, para buscar su rehabilitación y su nueva integración a la sociedad.
