La aspirina contribuye a impedir los bloqueos arteriales en el cerebro (estenosis intracraneal) de la misma forma en que funciona el warfarin, un medicamento más complejo y de mayor costo.
Las personas con riesgos de sufrir derrames cerebrales causados por estrechamiento de arterias deberían tomar aspirina en lugar de los anticoagulantes más comunes, dice un nuevo estudio.
La aspirina fue tan efectiva como la warfarina en el tratamiento de pacientes con derrames, de acuerdo con un estudio de 569 personas en más de 50 lugares en todo Estados Unidos. Pero aquellos que emplearon warfarina registraron una tasa mayor de muertes y más hemorragias en comparación con aquellos que usaron aspirina.
Los resultados del estudio aparecen en la revista New England Journal of Medicine.
El estudio fue realizado con pacientes que habían sufrido un derrame o un miniderrame como resultado del trastorno llamado estenosis arterial intracraneal sintomática. Es causado por la acumulación de depósitos grasos en las paredes de las arterias, lo que restringe la circulación.
Los pacientes del mal actualmente emplean aspirina o warfarina para reducir el riesgo de derrame. Ambos funcionan como anticoagulantes.
El doctor Marc Chimowitz, neurólogo en la Universidad Emory y autor principal del estudio, dijo que los pacientes no deben dejar de tomar warfarina y comenzar a tomar aspirina sin consultar primero a sus médicos. Recordó que estudios previos han mostrado que la warfarina es beneficiosa para evitar derrames en personas con otros males, como arritmia cardíaca y coágulos en las piernas y los pulmones.
En el estudio más reciente, se suministró al azar a pacientes warfarina o dosis altas de aspirina. Durante el estudio, uno de cada cinco pacientes murió a causa de problemas circulatorios, sufrió otro derrame o hemorragia cerebral, sin importar cuál medicina tomó. Pero los que consumieron warfarina sufrieron una mayor tasa de complicaciones. Casi 10% de ellos murieron, comparado con 4% de los que tomaron aspirina.
El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud, iba a durar cinco años, pero fue suspendido antes de tiempo a causa de preocupaciones surgidas acerca de los efectos secundarios en pacientes que tomaban warfarina.
